Nochebuena al calor de una mesa solidaria
Más de 200 personas acudirán hoy al comedor social de San Rafael, que ofrecerá una cena especial Cada año asisten más personas por la crisis.
La Navidad es una época difícil para muchas personas. Las situaciones familiares y personales, que durante todo el año se sobrellevan, se soportan ahora a duras penas y con un mayor sentimiento de tristeza. Desde que comenzó la crisis cada vez son más las personas a las que no les gusta la Navidad. Han perdido su trabajo, su casa, no pueden cumplir los deseos de sus familias o se encuentran sin recursos y en la calle.
Por eso, estos días, es más importante que nunca la solidaridad. Conscientes de los problemas de miles de personas y familias, la Orden de San Juan de Dios intentará hacer pasar las fiestas con una sonrisa a enfermos y necesitados que acuden a su comedor social. Ellos lo hacen todo el año sin falta pero estos días le añaden una pizca más de energía.
Así, el comedor social del hospital de San Rafael espera que esta Nochebuena más de 200 personas acudan a cenar al centro, que esa noche es como la gran casa de la gran familia que ya forman voluntarios y usuarios, que podrán pasar la noche al calor de una mesa gracias a la solidaridad. De hecho, abren por la noche de forma excepcional porque el comedor funciona sólo a mediodía el resto del año. La cena comenzará a servirse a las 20:00 horas.
El 24 de diciembre la cena estará compuesta por un menú especial. De primero un plato individual de entremeses compuesto por jamón, queso y langostinos. Después una crema caliente de marisco y de segundo un plato de carne mechada. De postre, algo de chocolate.
Este sencillo menú es un gran lujo para los usuarios del comedor, que disfrutan aunque sea en el rato que tardan en comer de una velada alrededor de una mesa, calentitos y rodeados de ya casi amigos.
La comida del 25, día de Navidad, también será especial. Ya se volverá al horario habitual de mañana pero el menú incluirá platos también escogidos para la ocasión festiva. De primero habrá sopa de picadillo, de segundo pollo asado con verduras y de postre, fruta.
El trabajo de los voluntarios es el que hace posible que estos días tan especiales también lo sean un poco más para las personas con menos recursos o sin hogar. Ellos tienen que dejar sus casas o quitar tiempo a sus planes familiares para atender el comedor. Pero su compromiso hace que no falten ni un día, ni un año.
Además, el comedor cuenta con un servicio de duchas que permite a los usuarios asearse cada día y con un guardarropa, en el que pueden encontrar ropa, zapatos, abrigos o mantas, muy necesarias en estas fechas. De hecho, desde la oficina de voluntariado del centro hacen un llamamiento para que se donen mantas y ropa de abrigo, que ya empieza a escasear ante tanta demanda.
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