Granada

Observatorio privilegiado para el cambio global

  • Sierra Nevada, por su situación, fue seleccionada por la Unesco en 2007 entre las 28 Reservas de la Biosfera de montaña mundiales que forman la Red Internacional GLOCHAMORE

Los espacios montañosos constituyen enclaves privilegiados para la detección precoz de señales del cambio global. El seguimiento de este fenómeno en áreas montañosas incorpora además una serie de premisas ventajosas sobre otros escenarios posibles para el estudio de este tipo de procesos:

-Presentan grandes variaciones altitudinales en pequeñas distancias por lo que reproducen cambios similares a los que ocurren a lo largo de sus gradientes de altitud, de forma más rápida y a una escala espacial menor.

- Generalmente son áreas menos modificadas por el hombre que las tierras bajas.

- Constituyen excepcionales refugios de flora y fauna ya perdida en otros lugares.

- Son escenarios muy sensibles a cambios ambientales por los frágiles equilibrios entre los componentes del sistema natural.

A escala europea y mundial, Sierra Nevada, por su situación biogeográfica, su altitud, latitud y por sus características ecológicas y culturales, es un enclave excepcional para el estudio de procesos de cambio. Por ello fue seleccionada por la Unesco en 2007, entre las 28 Reservas de la Biosfera de montaña mundiales que forman la Red Internacional GLOCHAMORE acrónimo de GLObal CHAnge in MOuntain REgions, la única Reserva de la Biosfera española que participa en esta Red.

Sierra Nevada, por ser una montaña y por estar situada en el entorno mediterráneo, es además una de las áreas más vulnerables al cambio climático según las predicciones del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), donde se prevén en las próximas décadas, aumentos de temperaturas de 2ºC y disminución de hasta un 10% de las precipitaciones.

En este marco nació el Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada. Se sustenta sobre cuatro pilares cuyo diseño y ejecución supone un trabajo conjunto encomiable de científicos y de gestores. El pilar principal lo constituye el programa de seguimiento de los efectos del cambio global. Este programa incluye un conjunto de indicadores ambientales con diferentes elementos naturales y socioeconómicos, a corto, medio y largo plazo, para conocerlos y mitigar sus efectos negativos mediante la aplicación de medidas concebidas en el marco de una nueva gestión activa, cuyas claves puedan servir de ejemplo a otros espacios protegidos. Así, ajustes en prácticas de gestión, procesos y estructuras, como respuesta o anticipándonos a cambios en las condiciones ambientales (gestión activa para la adaptación), permitirán reducir daños y riesgos que puedan originarse de los cambios detectados. Este conocimiento permite integrar las amenazas del cambio global, y del cambio climático en particular, en los planes de conservación y tener en cuenta factores de mitigación de desastres naturales en la planificación. Toda la información generada forma parte de la Red de Información Ambiental de Andalucía a través de un subsistema de información propio diseñado para transformar la información en conocimiento de aplicación directa a la gestión. El foro de comunicación, cuarto pilar del Observatorio, se constituye como lugar de encuentro para el debate, la divulgación del conocimiento y la sensibilización. El Foro tiene una doble pretensión: facilitar el dialogo entre científicos, gestores del territorio y responsables institucionales, así como mejorar la información y la concienciación de los ciudadanos ante los desafíos que afrontamos.

El asesoramiento científico del Programa de Seguimiento del Observatorio corresponde al Centro Andaluz de Medio Ambiente de la Universidad de Granada (CEAMA-UGR) que garantiza que los indicadores son científicamente válidos (homologando la puesta a punto de los diferentes protocolos y convalidando la puesta a punto de las diferentes metodologías de análisis). El CEAMA es también el responsable del desarrollo del Sistema de Información capaz de transformar todo el conocimiento recopilado en aplicación directa a la gestión del parque nacional y natural de Sierra Nevada.

El Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada no se queda en el seguimiento de qué está pasando con los ecosistemas y los procesos ecológicos, en cómo está influyendo el cambio climático en las especies de flora y fauna. Lo que destaca del Observatorio y lo convierte en especial, es que no se queda en la labor de medición de datos, en el monitoreo necesario para una buena gestión de conservación de espacios y especies sino que va más allá y se ha convertido en un Laboratorio de Ensayo de proyectos para la adaptación de los espacios naturales al cambio climático.

El importante reto al que nos enfrentamos en el planeta tiene un importante grado de incertidumbre de lo que puede ocurrir a escala regional, por lo que es fundamental ser capaces de detectar y evaluar en tiempo real las complejas alteraciones, de las que ya existen numerosas evidencias, y comprender tanto su funcionamiento como la interacción de unos procesos con otros, sus posibles sinergias y atenuaciones.

La gestión de los espacios naturales en el siglo XXI ha de ser capaz de adelantarse a estos fenómenos, facilitando la adaptación de las especies, de los ecosistemas, a estos cambios. No se trata de conservar nuestros ecosistemas de manera estática, sino de promover una conservación dinámica de sus funciones y procesos que les ayude a adaptarse a los cambios que están experimentando.

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