La planta hotelera granadina suma un nuevo miembro emblemático a su ya extenso catálogo de inmuebles históricos. El edificio de Cortefiel, hasta la semana pasada propiedad de BMN, vuelve a los orígenes tras su adquisición por General de Galerías Comerciales, la promotora de Tomás Olivo. El que fuera el hotel Colón, inaugurado en 1908, se convertirá de nuevo en un alojamiento turístico tras ser sometido a un proceso de remodelación que adaptará sus cinco plantas superiores, que hasta ahora albergaban oficinas.

Así lo confirmó ayer a este periódico el propio Olivo, que adelantó que los técnicos ya están elaborando el proyecto para construir un hotel boutique en el céntrico edificio modernista. Aunque todavía quedan muchos aspectos que definir, el empresario adelantó que será un hotel de cien habitaciones y de alta categoría, de cuatro o cinco estrellas. En principio, los bajos del establecimiento seguirán estando ocupados por Cortefiel, así que el establecimiento se construirá en las cinco planta superiores del edificio.

El nuevo propietario confirma que ya hay cadenas hoteleras interesadas en explotarlo

La idea del empresario propietario del centro comercial Nevada es empezar las obras de remodelación "este año", una vez que finalice la redacción del proyecto. Eso sí, Olivo evitó adelantar una fecha de apertura para el hotel, que tanto por el edificio que ocupa como por su ubicación se convertirá automáticamente en uno de los alojamientos 'estrella' de la planta hotelera granadina.

En los próximos meses el nuevo propietario del edificio de Cortefiel también tendrá que definir el régimen de explotación del establecimiento. Olivo reconoció que ya hay cadenas turísticas "interesadas" en explotar el futuro hotel. "Estamos viendo si lo remodelamos y lo alquilamos o si lo remodelamos y lo operamos nosotros mismos", indicó el empresario, que confirmó que la zona es "estupenda" para la construcción de un establecimiento turístico.

El nuevo proyecto de Olivo, que compró el edificio a BMN por 29 millones de euros, supone la revitalización turística de una zona que puede considerarse, con permiso de Puerta Real, el kilómetro cero para los viajeros que llegan a Granada. La plaza Isabel la Católica es un punto neurálgico del turismo, por ser un punto de partida casi obligado hacia el Realejo, el Albaicín y la zona comercial granadina.

Esta zona ya experimentó un salto cualitativo con la apertura en diciembre del año pasado del hotel Marquis Isabel, en el antiguo edificio del Banco Santander, que había permanecido catorce años cerrada a cal y canto. Meses antes, en junio, Granada asistió a la reapertura del hotel Whashington Irving, tras un largo proceso que lo habían mantenido 17 años cerrado.

Además del nuevo hotel de Tomás Olivo, la zona centro tiene en previsión la reapertura de otro establecimiento turístico en un edificio histórico. La cadena Eurostars ha retomado las obras del hotel de la plaza de Villamena, que contará con 94 habitaciones, una terraza torreón con vistas a la Catedral e integrará una exposición de restos arqueológicos.