El Partido Popular ya da por perdido el Ayuntamiento de Armilla. Considera hecho el nuevo pacto entre el PSOE y José Luis Castillo, concejal del grupo IDEA que formaba parte del gobierno local liderado por el PP hasta ahora. Pero antes de abandonar la Alcaldía, Antonio Ayllón ha lanzado una serie de insinuaciones sobre los motivos "corruptos" que han dado lugar a esta operación.

El todavía regidor popular de Armilla ofreció ayer una comparecencia pública para hablar de la "corrupción del PSOE en Armilla", de posibles "prebendas", de reuniones "a escondidas" entre Castillo y el socialista Gabriel Cañavate... Incluso llegó a decir que éste último le ha ofrecido al edil independiente 300.000 razones para apoyar al PSOE. Sin embargo, cuando fue preguntado por los periodistas si quería decir que esas razonas eran económicas, el regidor diluyó su insinuación.

Lo que sí difundió más claramente Antonio Ayllón fueron las supuestas aspiraciones que el concejal Castillo tenía antes de romper su pacto de gobierno con el PP. El alcalde aseguró que los dos ediles del grupo IDEA querían integrarse en las filas del PP y estaban negociando esta situación con el partido.

A finales de septiembre, siempre según la versión de Ayllón, se produjo una reunión entre estos concejales y el presidente local del PP. En ese encuentro ambos "volvieron a insistir en su integración en el PP", pero las negociaciones fueron más allá, porque se habló ya de su posición en las listas de las próximas elecciones municipales. Según el alcalde, ambos pretendían garantizarse el sillón de concejales a partir de 2015, aunque no especificó si sus pretensiones pasaban, incluso, por ir en cabeza de lista.

Ayllón, que recibió ayer el apoyo explícito de su partido mediante la compañía y las palabras de la secretaria general del PP provincial, María Luisa García Chamorro, quiso defenderse de las acusaciones vertidas contra su gobierno, en las que supuestamente se fundamenta la ruptura del pacto de gobierno.

"Yo estoy entregado a Armilla en cuerpo y alma", declaró ayer el alcalde, al que se le ha atribuido dejadez en el cargo al compatibilizarlo con el de senador, además de sus funciones en el partido. Ayllón aseguró que solo falta de Armilla cuatro días al mes y que el resto del tiempo está allí, como lo demuestra el hecho de que haya atendido 1.500 visitas en este tiempo.

Sobre el motivo fundamental esgrimido por el concejal que ha roto el pacto, el de la contratación irregular de un jefe de servicio, Ayllón aseguró que fue él mismo el que rectificó esa situación al advertir los informes negativos. "Si quieren que lo lleven a los tribunales", agregó el primer edil.

"Las razones de la ruptura no son ni de gobierno ni de mal funcionamiento", afirmó Ayllón, quien sí admitió que le consta el malestar de Castillo desde finales del pasado verano.

El alcalde insistió mucho en rescatar las acusaciones de corrupción en los anteriores gobiernos socialistas de Armilla y reprochó duramente a José Luis Castillo el haber estado negociando "a escondidas" con el ex socialista Gabriel Cañavate, a quien el PP considera el auténtico muñidor de esta operación.

Este extremo ha sido negado por los socialistas de Armilla, que sostienen que Cañavate lleva tiempo alejado de la política activa y que esto no significa que deje de mantener relaciones personales con José Luis Castillo y otras personas del municipio.