Sólo dos veces, a lo largo de 40 años de elecciones andaluzas, el actual Partido Popular había conseguido sobrepasar en número de votos al poderoso PSOE en la provincia de Granada. Y ni siquiera fueron victorias reales, de las que se traducen en el número de escaños, porque tanto en 1994 como en 2012 esos triunfos en las urnas fueron tan raspados que sólo le valieron para obtener el empate a seis parlamentarios con la otra gran fuerza política del bipartidismo tradicional. La del 19 de junio de 2022 sí será recordada como la primera gran victoria del PP en esta circunscripción, donde obtiene 6 de los 13 representantes que son elegidos, pero con una distancia enorme en porcentaje de voto respecto al siguiente partido político.

La apuesta personal de Juanma Moreno por la cabeza de lista por Granada estuvo muy clara desde el principio. Marifrán Carazo, que ha estado al frente de una de las Consejerías más importantes del Gobierno de coalición, la de Fomento, era la candidata idónea para liderar el partido en su provincia de origen, pues es justo la gestión la piedra angular sobre la que ha descansado la campaña y el principal ingrediente del éxito del PP en estas elecciones autonómicas de 2022.

Ciudadanos ha sido la principal víctima de la jornada electoral. Ha pasado de estar a punto de dar el sorpasso al PP en 2018 –al final empataron a tres parlamentarios pero con 20.000 votos menos en el recuento total– a no tener ni siquiera representación. En esta tierra los naranjas han sufrido más disputas internas y abandonos que en cualquier otro sitio, por los acontecimientos que protagonizó su anterior líder provincial, Luis Salvador, en su lucha con el PP por mantener la Alcaldía de la capital granadina y su posterior apoyo al PSOE.

Tan rotundos como la victoria del PP han sido ese hundimiento del partido naranja y la derrota del PSOE, pese a mantener los mismos escaños (4). Los socialistas sufrieron una amarga victoria en 2018, porque a pesar de mantenerse como la fuerza más votada en Granada, no conservaron el poder al haber una suma de fuerzas de centro-derecha. Esta vez, sin medias tintas, el partido que mantuvo casi cuatro décadas de hegemonía en la provincia, ha sido derrotado de forma clara y ha perdido 6.000 votos más en el camino. 

Una de las grandes dudas de estos comicios era Vox y su fuerza iba a depender mucho del resultado en Granada, provincia cuya lista encabezaba la candidata a la Junta Macarena Olona. Las encuestas llegaron a dar aquí tres escaños a esta formación, pero al final la gran apuesta del partido de Santiago Abascal se ha desinflado, sobre todo si se tienen en cuenta las grandes expectativas y los continuos mensajes sobre su entrada en el Ejecutivo andaluz:“El próximo Gobierno andaluz será con Vox o no será”.

Los dos representantes conseguidos en esta circunscripción, uno más que en 2018, parecen ahora poco. Sobre todo se se tiene en cuenta que el porcentaje de voto apenas ha crecido unos tres puntos en estos cuatro años, que ha sido el tiempo del despegue de Vox en España.

El pecado de la división en la izquierda no ha sido perdonado por los votantes de esta provincia, que solo le han dado un escaño a la candidatura de Por Andalucía (Podemos e IU). Adelante Andalucía se ha quedado sin representación.

La anterior unión de hace casi 4 años tuvo un premio de sólo dos parlamentarios y eso ya suponía una pérdida respecto a convocatorias electorales anteriores, cuando cada formación concurría con sus propias siglas. La caída se agudiza en estos comicios, en los que estos partidos habían centrado sus esfuerzos en combatir las aspiraciones de la extrema derecha.

Los datos del escrutinio evidencian un trasvase del voto progresista hacia la nueva mayoría del PP, quizás por ese miedo a la entrada de Vox en el Gobierno, un factor que ha centrado gran parte de la campaña electoral.