Después de más de veinte años trabajando en diversos locales del centro de la capital, el Partido Popular ha hecho la mudanza y se ha llevado la sede hasta el Zaidín, uno de los barrios más populosos de Granada y que desde siempre ha estado considerado como territorio socialista. Un traslado que responde a un claro intento de acercamiento a los ciudadanos, pero también a la ampliación de la sede (la anterior se había quedado pequeña), sobre todo después de que el partido haya pasado a gobernar desde el 2003 hasta hoy, de 30 a 75 ayuntamientos y de tener 14.0000 a 25.000 afiliados.

El presidente de regional del PP, Juan Ignacio Zoido, visitó ayer las nuevas instalaciones de más de 900 metros cuadrados y dos plantas situadas en la calle Andrés Segovia, donde le recibieron más de dos centenares de personas entre militantes y cargos del PP, entre ellos el presidente del PP en Granada, Sebastián Pérez, la vicepresidenta primera, Luisa García Chamorro, el alcalde de la capital, José Torres Hurtado, o el que fuera responsable provincial del partido Juan de Dios Martínez Soriano.

El discurso de todos ellos fue variado. En ocasiones aludía a la melancolía, a los éxitos conseguidos en la pequeña sede de Aben Humeya, donde tal y como destacó Chamorro, "pudimos ver cómo ganaba Rajoy las elecciones, o vivir nuestra gran noche: cuando por primera vez el PP se alzó con la Diputación provincial". En esa línea también se dirigió a los asistentes Torres Hurtado, que con nostalgia recordó cómo varias personas empezaron a trabajar en grupo en Granada en los años 80 hasta construir un PP en la provincia.

En otros momentos el ambiente giró en torno a la sensación de unión del partido. En este sentido, Pérez remarcó la importancia de tres valores para conseguir el fuerte crecimiento de la agrupación popular en los últimos años: la unión, el logro de haber ganado determinadas elecciones (Diputación o Junta de Andalucía pese a que en esta última no llegó a gobernar), y el hecho de haber conseguido ganar en numerosos municipios en la provincia demostrando, a su juicio: "Que nada es imposible".

Precisamente, el sabor agridulce que se llevaron los populares tras las pasadas elecciones autonómicas fue un tema recurrente durante toda las intervenciones. Y Zoido también lo incluyó en su discurso, en el que habló directamente a los que decían "que era algo imposible" y, sin embargo, el PP consiguió un triunfo, aunque eso sí, frustrado, pues muy pronto se produjo un pacto "para repartir los sillones" y formar un gobierno, con "un presidente de la Junta de Andalucía obsesionado con que le reciba Mariano Rajoy, cuando él no recibe a nadie" (recordó que tanto el alcalde de la capital como el presidente de la Diputación le han pedido a Griñán varias reuniones sin éxito).

Por otra parte, Zoido opinó que en la actualidad, el gobierno de la Junta está especialmente caracterizado por la corrupción, aludiendo al escándalo de los ERE, y culpando a Griñán de ser uno de los mayores responsables de este fraude, eso sí, sin recordar en ningún momento los trajes de chaqueta o los papeles de subrayador amarillo en su partido.

En otra línea, también tuvo palabras para agradecer y recordar a todos los militantes que ya no están entre sus filas y que seguro, allá donde estén "están orgullosos del trabajo que ha hecho el PP".

Agradecimientos que también hizo el anterior presidente del PP provincial, Juan de Dios Martínez Soriano, que dijo que inaugurar una nueva sede con esta junta directiva es un auténtico motivo de satisfación y una prueba de unión.

La nueva sede provincial está ubicada en la calle Andrés Segovia en el barrio del Zaidín frente al edificio de Telefónica. Consta de 1.000 metros cuadrados distribuidos en dos plantas con diversas habitaciones donde se ubicarán las oficinas, las áreas de atención al ciudadano y un auditorio con un aforo de 300 personas bautizado como Auditorio Manuel Fraga Iribarne. Durante el acto también se destacó en numerosas ocasiones que no solo se trata de la sede del partido, sino de un espacio para el encuentro de los afiliados y también de los ciudadanos.