La parlamentaria electa Mª Ángeles Prieto ha solicitado a la Junta de Andalucía que "no baje la guardia" e incremente el número de pruebas diagnósticas para tener datos fiables sobre contagios por Covid y la evolución de la pandemia en la provincia y, por otro lado, un impulso al proceso de vacunación con la tercera dosis.

Según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y del Ministerio de Sanidad, nuestra Comunidad autónoma es de las regiones que menos pruebas diagnósticas realiza –787 por cada 100.000 habitantes frente a la media española de 1.636- "por lo que las cifras de contagios que ofrece la Junta de Andalucía no se corresponden con la realidad pandémica ni su incidencia, que es mucho más elevada", considera la parlamentaria.

"Hay que seguir trabajando. No se puede mirar para otro lado con este asunto. Los responsables sanitarios tienen que evitar la sensación de tolerancia y acostumbramiento ante el virus que puede provocar la duración de la pandemia", ha apuntado Prieto, que ha recordado a la Junta que cuando una persona está contagiada debe adoptar las medidas de protección necesarias para proteger a los más vulnerables.

Así, ha insistido en que es "imprescindible" hacer las pruebas diagnósticas necesarias (test de antígenos y PCR) en los centros sanitarios y en puntos de vacunación para tener certezas de los contagios y que los casos activos se registren en las fuentes oficiales de forma que se puedan tener datos fiables sobre la evolución de la pandemia en Andalucía y Granada. Un procedimiento que, sin embargo, se realiza en el resto de comunidades autónomas, ha matizado.

En este contexto, Mª Ángeles Prieto ha señalado que "el virus sigue latente y hay que mantener las precauciones y las cautelas sanitarias" y ha instado a la Junta

de Andalucía a que agilice la vacunación con la tercera dosis. En Granada el volumen de población vacunada es la mitad del alcanzado con la primera y la segunda dosis.

Por último, también ha requerido al Gobierno andaluz que incremente el ritmo de vacunación con la cuarta dosis a las personas mayores de 80 años y en residencias, así como a los colectivos vulnerables.