Pan y dulces caseros y con el toque de cada dependienta

Gema García, de 29 años, es una de las dependientas que atiende la panadería propiedad de José Miguel Bernardo Parra situada en la céntrica calle de San Juan de Dios. Trabajan ocho personas en turnos para que el público pueda tener siempre su pan recién hecho. En esta panadería se puede encontrar pan casero, pan de Alfacar, bollería, dulces surtidos de la mejor calidad y productos salados como empanadas y pizzas o saladitos.

Antes de abrir al cliente, Gema llega cada mañana y pone a cocer la bollería y el pan, luego lo decora y lo adorna para sacarlo a los expositores. "Cada una de las compañeras decora a su modo, da su toque personal", señala la joven, que antes de dedicarse a este oficio estuvo trabajando como camarera pero que ahora, después de dos años como panadera, no cambia por nada este trabajo. Los clientes que pasan por la tienda son muy variados: "Desde el jubilado que viene a comprar su pan, al estudiante que viene a por su merienda o su desayuno en un descanso de la facultad". Para estas Navidades ofrecen polvorones caseros y los nochebuenos, un pan de aceite y azúcar que tiene su origen en los antiguos panaderos que no descansaban nada más que un día al año, el día de Nochebuena, y preparaban este pan para que durara más.