Paralizan una obra al concejal que más ha denunciado el urbanismo de Atarfe

El alcalde de Albolote, Pablo García, del PP, ha paralizado la obra que estaba realizando en ese municipio José Manuel Aranda, portavoz del grupo municipal del mismo partido en Atarfe y una de las personas que más se ha significado en los últimos años a la hora de achacar presuntas irregularidades urbanísticas a Víctor Sánchez, ex regidor atarfeño, del PSOE.

El decreto, emitido el 8 de abril y al que tuvo acceso ayer este periódico, ordena la "paralización inmediata de las obras", su precinto y "todas aquellas medidas que sean necesarias y adecuadas para conseguir la plena y efectiva paralización en caso de su incumplimiento".

Aranda pidió el 17 de febrero de 2009 una licencia de obras para "instalación de cuatro persianas, cerramiento de balcones de fachada con piedra artificial y correr tabiques" en una vivienda de la calle Tinar.

El 9 de marzo de ese año, la Alcaldía autorizó parcialmente las obras. Denegó "lo relativo a cerramiento de balcones de fachada con piedra artificial". Se informó desfavorablemente porque "la vivienda está situada en zona clasificada como manzana cerrada intensiva por el PGOU y en esa zona, y referente a los voladizos, la normativa no admite voladizos cerrados".

Pero, a la vista de un informe de la Policía Local emitido el 16 de febrero de 2010 y de otro realizado por los servicios técnicos el 25 de ese mismo mes, Aranda no hizo caso, porque "en la planta alta se está procediendo a ejecutar el cerramiento exterior, incluyendo las zonas de balcones que existían en la fachada principal de la vivienda, incumpliendo así el informe desfavorable emitido en su día. Es decir, se están modificando las condiciones urbanísticas del solar", resalta el decreto de Alcaldía del 8 de abril de 2010.

Menciona también que en la vivienda "se han realizado modificaciones sobre las condiciones iniciales de la estructura existente". Por ejemplo, en el suelo de la planta baja "se ha desmontado una capa de espesor aproximado de 50 centímetros, procediendo a la ejecución de una nueva red de saneamiento enterrada y a la ejecución de una solera de hormigón con mallazo electrosoldado".

A la vista de que todo ello puede constituir una infracción urbanística, el alcalde dispone la inmediata paralización de la obra, advierte al propietario de la finca de que, en caso de incumplir la orden, sería multado, y solicita al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo que autorice la entrada al domicilio "con asistencia de las Fuerzas de Seguridad si fuera necesario" para llevar a efecto la orden de suspensión.