Granada vivió ayer una jornada marcada por el conocimiento y la diversión. El Parque de las Ciencias celebró su mayoría de edad como mejor podía hacerlo: repleto de gente, de niños y de padres corriendo de un lado a otro para descubrir todos sus rincones. Todo, en una jornada en la que también se celebró la XVI Feria de la Ciencia, que contó con la participación de más de 900 personas entre estudiantes, docentes y científicos de toda Andalucía.

Desde las primeras horas de la mañana el entorno del parque fue un ir y venir de visitantes de todas las partes de la provincia, pero también de Andalucía, pues no fueron pocos los que hicieron un viaje en autobús para disfrutar de esta jornada de puertas abiertas.

María Pinilla, acudió con un grupo de 49 personas desde Huétor Tájar, en un viaje organizado por el Ayuntamiento del municipio para disfrutar del Parque, que no había visitado desde hacía "muchos años". Pinilla se quedó totalmente sorprendida al ver las grandes ampliaciones que ha sufrido en los últimos años. Después de visitar parte de las instalaciones, se sentó junto a parte de sus compañeros de viaje en una de las terrazas de fuera, esperando que el reloj marcara las 15:30, para entrar al Planetario, lo que más le gusta del Parque de las Ciencias".

En otro de los espacios, cercano a esta terraza, numerosos jóvenes de la Feria de la Ciencia enseñaban a los visitantes curiosos experimentos, como Daniel Salazar y Juan Espinosa, que se encargaron de explicar por qué vuelan los aviones "con una pelotita de pin pong y una botella". También en esta feria, Juan David Rejón, del stand de Biobanco: "Un vehículo para que los investigadores obtengan muestras", enseñó a los viandantes la importancia de las donaciones de "tejidos o de sangre", para avanzar en las investigaciones. Aunque la verdad, los más pequeños que se acercaron hasta este stand incapaces de entender todo esto, pasaron el rato jugando con unos ratones "dóciles", de laboratorio "muy divertidos". Viaje al sistema solar, ¿Cómo medir el azúcar de la fruta?, o ¿Conexión genética?, son algunos de los sugerentes títulos con los que los participantes de esta feria acercaron la ciencia a todos los públicos.

Pero el punto que mantuvo en vilo a buena parte de los visitantes durante toda la jornada fue sin duda la explanada de rapaces, donde más de un centenar de personas coordinadas por el profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, Francisco Carrión, lucharon durante hasta la tarde por levantar un menhir de 13 toneladas de peso y 7 metros de longitud al más puro estilo del Neolítico. Algo que se consiguió a medias, pues la piedra finalmente quedó en un plano inclinado de 45 grados "a falta de un último achuchón" que se llevará a cabo próximamente, según informaron desde el Parque en una nota.

La jornada tenía como objetivo, según la consejera de Educación, Mar Moreno, celebrar los "dieciocho años de Parque de las Ciencias" en Granada, pero también "despertar vocaciones en los más jóvenes", con la idea de que todas estas actividades tengan una proyección en el futuro. "Es necesario que no demos pasos hacia atrás sino todo lo contrario, que se consolide y siga hacia adelante, ahora con la ampliación de las instalaciones, el Biodomo, con respaldo y proyección empresarial".

Precisamente sobre la ampliación, el director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo, explicó que lo único que falta es "el concurso de obras", que no espera que se demore "más de dos meses" e indicó que el Biodomo, "debería estar listo en dos años". Más de 120 grupos de animales, como tiburones o primates vivirán en este espacio "es un lugar para explicar la biodiversidad, para ver la vida en directo", remarcó Páramo.

Sobre los dieciocho años de parque, Páramo explicó que es la "historia de un éxito colectivo: un proyecto que se ha hecho a base de sumar esfuerzos tanto de los profesionales como de los educadores, los medios de comunicación y que está consiguiendo crear vocaciones científicas y además aumenta las pernoctaciones, y todo eso es positivo".