El fiscal de Paz de Albolote, absuelto de faltar al respeto a la Guardia Civil

Fue denunciado por un agente que le impidió que accediera con su vehículo a una zona donde se había declarado un incendio por el que quería interesarse

Juzgado de Paz de Albolote.
Juzgado de Paz de Albolote.
Y. H. / Granada

21 de noviembre 2008 - 01:00

En el antiguo 'organigrama' de los juzgados de Paz existía, además del juez y el secretario, el fiscal de Paz. Hoy es una figura residual, que en la mayoría de los pueblos ya ha desaparecido, pero en algunos, como Albolote, persiste, aunque ya no interviene en los asuntos del juzgado, pues los fiscales de Paz fueron despojados de sus funciones hace tiempo.

El fiscal de Paz de Albolote es Eduardo Ramírez. Su nombramiento se produjo hace casi 20 años y, aunque ya no ejerza como tal, sigue preocupado por todo lo que acontece en su localidad. Precisamente, su exceso de celo lo llevó el pasado 6 de noviembre al juzgado, pero no al suyo, sino al que regenta el juez Miguel Ángel del Arco (Juzgado de Instrucción número 6 de Granada), en calidad de denunciado por una supuesta falta de respeto a la Guardia Civil.

Ramírez se tuvo que poner ante un juez y un fiscal de carrera para dar explicaciones de un incidente ocurrido el pasado15 de junio con motivo de un incendio declarado en el Polígono Juncaril, donde se había desplazado la Guardia Civil para impedir el acceso de los vehículos a la zona.

El hombre circulaba en su coche en compañía de su esposa y, según la sentencia y la documentación del caso a la que ha tenido acceso este periódico, trató de acceder al lugar alegando que tenía "que entrar por ser autoridad judicial y fiscal" y debía de "levantar atestado".

Los agentes requirieron a Ramírez para que se identificara. Éste mostró entonces un documento acreditativo en el que aparecía un escudo y la palabra "fiscal". Los agentes, que según indicaron en su atestado nunca antes habían visto una acreditación de aquel tipo, siguieron negándole el paso. Ante ello, Ramírez les dijo que iba a ponerse en contacto con la Comandancia, advirtiéndoles de que ya tendrían noticias de él .

Los agentes le informaron entonces de que iba a ser denunciado al subdelegado del Gobierno por alteración del orden público, al obstaculizar la circulación en aquel punto. Al final del atestado dejaron patentes además sus dudas sobre el cargo de Ramírez, pues cerraron su relato de lo acontecido con la siguiente frase: "Todo ello sin perjuicio de que se pudiera haber cometido un presunto delito de usurpación de funciones e identidad que se comprobará".

El magistrado recuerda en su resolución que "las órdenes impartidas por los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado deben ser cumplidas, acatadas por todos, incluso por jueces y fiscales, sin perjuicio de acreditar su condición y competencia para el incidente producido". Pese a ello, Del Arco no cree que Ramírez faltase el respeto a los agentes y lo absuelve. Considera los hechos no tienen entidad penal para una condena. "En realidad, más que una desobediencia, el fiscal de Paz no llegó a atravesar la barrera que impedía el acceso al fuego", señala el juez, al tiempo que opina que "más que una desconsideración a los agentes de la autoridad, -Ramírez- ha mostrado un celo, un intento de conocer los hechos que afectaban o podían afectar a su demarcación".

Así, aunque aplaude la preocupación que tuvo el fiscal por aquel suceso, Del Arco subraya que "esa pretendida competencia en el fuego iniciado, sus invocaciones al 'honor como divisa', deben ser atemperadas y sujetas a las instrucciones y órdenes de la Guardia Civil, actuante en aquel momento". La Benemérita, de hecho, recordó al denunciado tras identificarse que "la Fiscalía era parte en el proceso del Estado y no cabía que acudiera al lugar de ningún incidente para levantar acta". Por cierto, el fiscal que intervino en el juicio de Ramírez solicitaba para él 80 euros de multa.

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