Mariano Rajoy no será finalmente el presidente que corte la cinta inaugural de la línea de AVE entre Granada y Antequera. Tampoco Íñigo de la Serna saldrá en esa foto como ministro de Fomento. A falta de que se concrete la fecha de las próximas elecciones nacionales, será presumiblemente Pedro Sánchez el que se suba al tren en su primer viaje y el PSOE el que se apunte el tanto de inaugurar la línea, un momento con el que el PP contaba de cara a remontar en las encuestas. El que será el séptimo presidente del Gobierno de la Democracia visitó Granada por última vez el pasado 11 de enero en el arranque de la campaña Asamblea Abierta, una cita en la que aprovechó para exigir la reconexión ferroviaria "de inmediato" y para señalar que la Ejecutiva Federal del PSOE respaldaba "sin fisuras" la manifestación que se iba a llevar a cabo por motivo de los 1.000 días de aislamiento ferroviario.

En este sentido, la primera reclamación de la Mesa del Ferrocarril es la reconexión inmediata por Moreda, lo que implicará la vuelta de los trenes convencionales, un escenario que Renfe ha descartado por el alto coste de este servicio. También plazos concretos para la llegada del AVE y un compromiso firme con el soterramiento de las vías en la Chana, tres reclamaciones que ahora pasarán de la mesa de Rajoy a la de Pedro Sánchez. Aquí también entra en escena la Variante de Loja para acabar con el paso del AVE por el túnel de San Francisco, lo que ha sido ampliamente criticado por los diputados socialista de Granada que han dado numerosas ruedas de prensa en este entorno. La actuación estaba cifrada en 340 millones de euros, a lo que habría que sumar el coste del soterramiento de las vías para que Granada tenga el AVE de primera que reclamaban los socialistas en la oposición.

El nuevo Gobierno tendrá que adecuarse a los presupuestos redactados por el PP El proyecto de un centro de acogida en Motril, una decisión perentoria

La lista de peticiones del PSOE regresa como un boomerang con un lugar destacado para el acelerador de partículas, un proyecto sobre el que los empresarios dieron un toque de atención hace un mes para que se redoblen los esfuerzos, toda vez que entre algunos miembros de la candidatura surgieron dudas sobre el compromiso real de las administraciones.

Y si en algo se ha mostrado especialmente combativo el presidente de la Diputación, José Entrena, es en la necesidad de ejecutar la autovía eléctrica Caparacena-Baza-La Ribina, toda vez que el secretario de Estado de Estado de Energía pospuso este proyecto a 2020 con el nuevo marco económico de la Unión Europea.

Con el PSOE asumiendo los presupuestos de 2018 acordados por PP, Ciudadanos y PNV, el nuevo partido del Gobierno tendrá que afrontar un mal endémico de la provincia, las canalizaciones de la presa de Rules, que para este año contaban con un presupuesto de 600.000 euros que seguía dilatando el fin del túnel para la que ha sido definida como la "mayor piscina de Europa".

También en la Costa, el PSOE urgió al Gobierno de España a impulsar el Corredor Ferroviario Mediterráneo y estudiar la "mejor opción" para conectar el Puerto de Motril al mismo.

Entre las asignaturas pendientes está el último impulso a la Segunda Circunvalación, que también será inaugurada por un ministro de Fomento socialista, además de la 'patata caliente' del EVA-9, un antiguo cuartel militar donde el Gobierno saliente tenía previsto construir un centro de acogida de extranjeros que, de momento, ha puesto en pie de guerra a los vecinos y el propio Ayuntamiento socialista de Motril ha paralizado las obras que estaba ejecutando Interior.