Pilar Aranda | Rectora de la Universidad de Granada

“No entiendo la culpabilización y la demonización de la población estudiantil”

  • Valora y agradece el esfuerzo “inmenso” realizado para volver hoy a las aulas

  • Antes de fin de año se habrá adquirido la Azucarera, donde se prevé un gran centro de innovación

Pilar Aranda, en su despacho del Hospital Real, sede del Rectorado.

Pilar Aranda, en su despacho del Hospital Real, sede del Rectorado. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Hoy lunes escuelas y facultades reabren sus puertas para acoger el tercer curso universitario en pandemia. Son unos 10.000 los nuevos estudiantes de grado que vivirán su primer año en la Universidad de Granada, que mantiene la reivindicación de una mayor flexibilidad en la norma sanitaria. Muchos de los que ahora aterrizan en la Universidad han afrontado un Bachillerato extraordinario, primero por el confinamiento y el pasado curso por la docencia híbrida, situaciones que también han marcado estos dos últimos años universitarios. Si el pasado septiembre de 2020 se repetía lo de la presencialidad segura, este curso las clases comienzan bajo la necesidad de la presencialidad máxima.

–Hemos comenzado con la reclamación de revisar las medidas de prevención que se deben aplicar en los centros. ¿Se está improvisando?

–Ojalá hubiese sido en julio, pero había que esperar para ver cómo transcurría todo. El día 2 de agosto tuvimos la primera reunión los rectores y el día 3 con la Consejería [Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades].Creo que hemos intentado ser todo lo ágiles que ha sido posible, pero hasta que el Ministerio [de Universidades] no modifique el documento del 16 de julio o la Comunidad Autónoma permita una adaptación de ese documento, hemos tenido que tomar decisiones. No obstante, en la reunión del viernes pasado 3 de septiembre, todos los documentos que emanaron fueron remitidos a los decanos y directores de centros. Lo que hemos trasladado es que ese documento que establece una distancia de 1,2 metros o aforo del 50% en las aulas se adapte de tal manera que haya la mayor presencialidad posible. Farmacia, Psicología, Edificación, Caminos, Ciencias del Deporte van a esa presencialidad total, prácticamente. Confío en que cuando revisen las medidas se flexibilicen. Los centros universitarios son seguros. Cumplimos con toda la normativa y vamos a hacer campañas intensivas. La campaña de vacunación, y aquí hay que felicitar a la Consejería, va muy bien. Ya hemos solicitado tener centros de vacunación. Estando en la situación de mejora clara de indicadores es porque la vacunación ha funcionado. Vamos a tener que convivir con las mascarillas, la ventilación y la distancia. Es cierto que habrá grupos que quizá tengan que ir al desdoble. Quiero agradecer a decanos y directores el esfuerzo inmenso. Todos teníamos la ilusión –aunque se me fue quitando en agosto– de esa presencialidad de cien por cien. Está todo el mundo haciendo un esfuerzo para ir a la máxima presencialidad, que es muy necesaria.

–¿Han detectado un descenso del rendimiento académico?

–Ha habido una subida de calificaciones. No se ha visto afectado el rendimiento. Hubo unos cambios metodológicos con los que creo que la comunidad universitaria ha funcionado muy bien.

–Un estudiante que entre ahora en tercero o cuarto ¿está preparado para culminar su formación con un título universitario? ¿Está bien formado?

–Su formación teórico y práctica creo que sí. Hace falta ese calor de convivencia que vamos a tratar que este año sea máximo. la experiencia universitaria no es sólo recibir una clase, es mucho más. Es participar, es socializar, estar en actividades culturales... todo lo que supone un enriquecimiento de las personas a una edad determinada. Hay universidades a distancia, buenas, pero están destinadas a otro tipo de población, con otros intereses.

–¿Cómo será este año la coordinación con Salud?

–El Servicio de Salud y Riesgos Laborales y la vicerrectora [de Igualdad, Inclusión y Sostenibilidad, Margarita Sánchez Romero] han tenido contacto permanente, telefónica y por escrito. Tenemos una comisión en la que está el delegado [de Salud, Indalecio Sánchez Montesinos], la vicerrectora y a la que he asistido también que creo que ha funcionado.

–¿Fue satisfactoria la relación con Salud el curso pasado?

– Excepto la medida del 14 de octubre, el resto sí. Lo que ocurrió es que sin ponernos un dato encima de la mesa se adopta una medida unilateralmente que no entendimos. Pero sucedidas estas cosas, adaptación, colaboración y lealtad. La misma que pido para la Universidad.

–Ha pasado casi un año de aquella suspensión de la docencia teórica presencial, ¿ve la medida con otros ojos?

–La sigo viendo con los mismos ojos. Lo que pasa es que no podemos regodearnos en eso.Soy una persona muy positiva y ver cómo actuó la comunidad universitaria fue una satisfacción. Pero sigo sin entenderla.No quiero entrar en más valoraciones.

–Septiembre conlleva fenómenos como más movilidad, llegada de estudiantes, reuniones en pisos... ¿aquí la Universidad qué puede hacer?

–Lo que hacemos es educar para la ciudadanía, para la salud y para un campus saludable. Eso conlleva realizar una convivencia acorde a las normas ciudadanas, pero son mayores de edad. Hace poco hubo un botellón de 300 personas en Salobreña. Esta demonización y culpabilización de la población estudiantil no la entiendo. Las medidas que adoptaron[la suspensión de las clases del pasado 14 de octubre] creo que tiene mucho que ver con las imágenes del puente del Pilar. Sé que hay fiestas en pisos, pero como se relaciona todo el mundo. Tratamos de educar en el respeto en la convivencia, el respeto a unas normas y en salud.

–Sobre vacunación, ¿qué porcentaje hay entre profesorado y PAS?

–Son datos que no podemos conocer. No podemos preguntar si se han vacunado o no. Me imagino que habrá la misma tasa que en la sociedad.

–¿Será necesario estar vacunado para acceder a instalaciones o servicios o participar en eventos deportivos que organice la Universidad?

–Creo que donde se ha querido tomar medidas de ese tipo se ha perdido en los tribunales. Los rectores hemos valorado la posibilidad, pero tiene muchos problemas legales.

–Entonces no va a ser necesario el certificado Covid en la UGR...

–En principio, no. No podemos.

–El curso pasado terminó con hitos como la unidad de excelencia del Instituto de Matemáticas, la firma del consorcio del acelerador de partículas, el IA Lab... ¿en este curso, habrá avances de este calado?

–Vamos a continuar con las unidades de excelencia. Lo del IMAG es extraordinario. Ha supuesto un esfuerzo importante, muy apoyados por el Vicerrectorado [de Investigación y Transferencia], pero han realizado un trabajo ingente. Espero que se ponga en marcha en Escúzar el centro UGR-Dones de investigadores, estamos con el proyecto de la Azucarera, con el que llevamos dos años. Hemos tenido reunión con el Ministerio de Cultura y la Consejería, porque se requiere un plan director al ser un BIC. Estamos a punto de cerrar el acuerdo. Lo tendríamos presupuestado para diciembre de este año. Antes de fin de año podríamos dar una buena noticia.

–Antes de fin de año la Azucarera pasará a ser parte del patrimonio de la UGR y a partir de ahí...

–Tenemos el proyecto solicitado a los fondos Next Generation. Solicitar subvenciones a tope. Hay una parte del proyecto definido, la que tiene que ver con el proyecto del centro de innovación y sostenibilidad, ligado a Life Watch y Green Deal, y ligado a un centro que trascendería al norte de África y a América. Hay aspectos que se abordarán sobre talleres, seminarios... estamos también con proyectos de restauración. Es a largo plazo. Ahora podemos abordar la adquisición y hacer el plan director.

–¿Qué planes hay para el PTS?

–Consolidar los grupos que hay ligados a las TIC. Vamos a adquirir el Biorregión, donde iría un centro conjunto con Indra y Google y la posibilidad de entrar de Envidia. Aparte hay otro centro se ha solicitado a los fondos Next Generation que está muy bien evaluado por la Junta. La idea es que la Inteligencia Artificial, que es transversal, dé su servicio a apoyo desde la ciberseguridad a la salud. Necesita del concurso y apoyo de otros ámbitos del saber.

–¿Qué expectativas existen en relación a los fondos de Europa?

–Ya nos ha llegado parte para recualificación y digitalización. Para proyectos específicos tenemos buenas expectativas.

–¿Para todos?

–Para todos, no. Tenemos una serie de proyectos, siguen entrando nuevos y creo que mi misión es buscar fondos. El conocimiento es fundamental para cambiar el modelo socioeconómico. Vamos a estar en Escúzar. Estamos en el PTS, donde nuestros centros son cada vez más potentes y muy ligados a la transferencia.

–¿Es viable el PTS?

–Es viable y necesario. Y si alguien no lo piensa así hay que trabajar para que lo sea. Hay industrias que están viniendo, cosa que tenemos que clarificar dentro de la Consejería. Hay plantas que están cerradas y hay empresas que están llamado a la puerta y no se les puede dar espacio.

–Sobre el acelerador, ¿cuáles son los pasos que van a dar próximamente?

–En próximos días vamos a comprar la parcela en Escúzar para el centro UGR-Dones. La ciencia requiere un paso lento, firme pero lento. Se irán viendo resultados.

–Antes del verano se presentó Horizonte V Centenario, en el que se insistió en el vínculo entre la Universidad y su entorno y el valor que aporta la institución. ¿Faltan liderazgos en Granada?

–No creo que falten liderazgos. Lo importante es destacar la cooperación.Creo que todas las instituciones tenemos que trabajar en el sentido de que la provincia avance, que se desarrolle más, que no haya zonas despobladas que no se pierdan proyectos por discusiones políticas. Y en esto estamos en una buena sintonía con el resto de administraciones.

–¿Se cuenta con la Universidad para tomar decisiones?

–Sí, porque las personas al frente de las instituciones saben del valor del conocimiento, y conocen nuestras experiencias de éxito. Nuestra presencial va siendo grande en la provincia y así queremos estar. Necesitamos reconocimiento social, para que la gente entienda. Y para ello tenemos que explicar muy bien lo que hacemos.

–¿Entienden los estudiantes cuando llegan a la Universidad cómo tienen que trabajar, dónde están?

–Trabajamos con la Delegación de Educación en un programa para facilitar el tránsito. UGR Educa permite que se conozca la Universidad.

–Pero un estudiante de primero, ¿sabe a lo que viene?

–Debe de saberlo. Y si no ya estamos aquí para que lo sepan. El otro día lo comentaba con los directores y decanos: especial atención a primero, pero también a segundo. Tenemos estudiantes en tercero que tuvieron un trimestre de presencialidad. Pido un esfuerzo colectivo a todo el mundo.

–¿Y la Universidad está preparada para atender a ese estudiantado que llega de un Bachillerato en pandemia?

–Hemos demostrado que nuestra capacidad de adaptación es grande. Hay gente magnífica. Algunos vienen de situaciones que la pandemia ha hecho que haya problemas sociales y económicos. Creo que la Universidad ha respondido.

–¿Esperan un aumento de solicitudes de ayudas sociales entre el estudiantado?

–Imagino que sí.

–¿Y de estudiantes que requieren ayuda para evitar que abandonen sus estudios?

–De hecho el Gabinete Psicopedagógico se está reforzando.

–¿Habrá medidas tomadas en pandemia que se adopten de forma definitiva? Como las lecturas de tesis online o la posibilidad de teletrabajar.

–Creo que sí. Están permitiendo una corresponsabilidad, un determinado ahorro, participar de otra manera. Creo que nos vamos a quedar con la parte positiva.

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