Granada ya no ostenta el título de ser la única ciudad sin Plan de Accesibilidad. Desde ayer, ya lo tiene. La cuestión es ponerlo en práctica y para eso, deberán realizarse como mínimo, cien intervenciones, no sólo urbanísticas, ya que la accesibilidad afecta a terrenos que van más allá de las obras puras y duras. La concejal de Bienestar, Ana López Andújar, manifestó la satisfacción de contar con una esta nueva herramienta de referencia para hacerla ciudad "más accesible a todos". El esperado Plan Integral de Accesibilidad ha realizado un análisis pormenorizado de los ocho distritos de la ciudad elaborando para cada uno de ellos un análisis y sus propuestas correspondientes. Los técnicos encargados de la redacción del plan, la empresa Fundosa, destacaron que cada zona tiene sus prioridades pero que, por ejemplo, en la zona de Albaicín la creación de un acceso peatonal desde calle Elvira con sus correspondientes puntos de descanso, barandillas en las calles para las personas mayores, una sustitución del pavimento e incluso la reubicación de los cubos de basura -que entorpecen, en muchas ocasiones, el tránsito-.

Además de las intervenciones urbanísticas, el documento contempla actuaciones que afectan al transporte, a los edificios municipales y a la comunicación. Respecto al transporte, la ciudad tendrá que mejorar el sistema de la cancelación de billetes en las cabinas de los autobuses y dotarlos de información sonora, mejorar la localización y señalización de las paradas, ofrecer una información adaptada en las marquesinas y en el interior del autobús y aumentar el número de vehículos adaptados, por ejemplo, en el sector del taxi que no cuenta con la ratio aconsejada en las normativas.

En el ámbito de la comunicación, el plan aconseja mejorar la señalización direccional y los mapas urbanos, las placas de calles y la numeración en portales, los semáforos peatonales y la accesibilidad en los teléfonos públicos. Asimismo, se insta a una actuación en la rotulación exterior de los edificios públicos, a dotarlos de paneles informativos y a mejorar los indicadores de direcciones y de usos de las salas.

Por último, el documento contempla la reforma en medio centenar de edificios municipales entre los que destacan el Teatro Isabel La Católica, el Teatro Falla o los centros cívicos de los barrios, entre otros centros. La prioridad a la hora de poner en marcha estas actuaciones es del equipo de gobierno, una tarea que no será sencilla, entre otras cosas, por el elevado coste que suponen este tipo de remodelaciones. Tan sólo hacer accesible la casa consistorial habría que invertir cerca de 70.000 euros.