El Plan Subregional: un corsé para la Costa

Malestar en el empresariado y los ayuntamientos del litoral porque el documento coarta las "oportunidades" de desarrollo

Nacho Martín / Motril

13 de octubre 2011 - 07:41

El Plan de Ordenación Territorial (POT) de la Costa Tropical, más conocido como Plan Subregional, esperado durante más de una década, nunca ha estado tan cerca de convertirse en una realidad. Según confirma la Delegación de Obras Públicas, la tramitación sigue su cauce, así como la voluntad política de que esté listo antes de finales de 2011. Durante años, empresarios y administraciones han anhelado contar con el documento que ordenará el desarrollo de la comarca en el futuro detallando dónde y cuántos puertos deportivos, campos de golf, hoteles, viviendas protegidas, centros comerciales, equipamientos públicos y de transporte, zonas industriales, residenciales, de ocio… se harán. Sin embargo, cuando están a punto de tocarlo con la punta de los dedos, los empresarios y buena parte de los ayuntamientos sostienen que en vez de abrir un universo de oportunidades, se convierte en un "corsé" para la Costa, que la constreñirá hasta el punto de no dejarla crecer.

En la elaboración del Plan Subregional, la Junta de Andalucía -que tiene la última palabra en este asunto- quiso contar con la connivencia de los municipios implicados, así como de los agentes sociales y económicos. De ahí que en los últimos tiempos se hayan producido encuentros para intentar consensuar el documento. La primera propuesta que llegó a unos y otros era un texto elaborado en 2005, a su entender, "desfasado" y poco preciso. Pronto surgieron las críticas a un proyecto que, según sus autores, "no se ajusta a la realidad de la Costa".

La Confederación Granadina de Empresarios (CGE) presentó una serie de alegaciones al documento inicial, en el que expresaban su malestar porque presentaba importantes carencias en cuanto a conocimiento de la zona. Según los empresarios, "se ha redactado en Sevilla, a 300 kilómetros".

Una de las medidas que más ampollas ha levantado ha sido la de que los nuevos desarrollos de suelo urbanizable que se prevean en la zona de influencia litoral (entre los 200 y los 500 metros, hasta los 200 está prohibido) se destinarán a espacios libres, dotaciones de equipamientos y servicios vinculados a la población, a la actividad turística y a alojamientos hoteleros. No se permitirán los usos residenciales o industriales. Agentes económicos han expresado que aquí no vale el 'café para todos', ya que lo que es aplicable en una provincia andaluza llana como Huelva no lo es en una costa tan complicada como la granadina. Así, se darían casos como que a 500 metros puede haber una cota de altura de 200, por lo que no despierta el interés de los inversores.

En su opinión, esta prohibición condena el desarrollo de la comarca, sobre todo, de la parte oriental de la Costa Tropical, ya que en esta zona las condiciones orográficas hacen que las montañas lleguen prácticamente al mar, aparte de que se encuentra virgen desde el punto de vista turístico.

Se quejan de la excesiva protección del territorio y argumentan que se están incluso solapando leyes, por lo que opinan que puede incurrir en contradicciones legales.

Francisco Martínez Cañavate, gerente de la Asociación de Constructores y Productores de Granada y portavoz de la comisión de infraestructuras de la CGE cree que la Costa "es un eje fundamental para la provincia, con capacidades que no se están desarrollando al ritmo que podrían" y que este plan debería ser de "oportunidades, en vez de desincentivar".

En las alegaciones presentadas por los empresarios granadinos, se habla de que parte de la base de un diagnóstico "muy positivo" de la comarca, lo que les hace pensar que sus redactores desconocen la zona. De ahí que la próxima semana tengan proyectado elaborar un documento gráfico, sobre todo de la zona oriental, que le harán llegar a la Consejería, para que la Junta pueda comprobar que no hay ningún desarrollo turístico.

Otra de las críticas ha sido la falta de más información, "sustentada en actuales y contrastados datos y estudios comparativos". Además, se demanda que "se concreten los exactos problemas que constituyen objetivos específicos o un relación completa de informes y datos recabados a las distintas administraciones, asociaciones y agentes sociales". En las alegaciones presentadas se habla de las carencias de servicios, de la reivindicación histórica del tren, se echan en falta equipamientos y servicios turísticos, puertos deportivos, infraestructuras hidráulicas, de saneamiento y depuración de aguas, de residuos inertes y agrícolas, insuficiencias en distribución de energía, del bajo desarrollo económico y de las elevadas tasas de desempleo. Y se pretende que el plan sea un impulso para esta situación. Pero en la Costa temen que el plan al final se convierta en un documento que encorsete a la comarca. No sólo se habla de protección, sino también de prohibiciones. Así, no se podrán poner en marcha negocios mientras que no estén dentro de un área de oportunidad, según el documento.

Los empresarios quieren que se trate de un documento abierto. Piden que no se pongan tantas trabas a los inversores. De esta manera, persiguen que salgan adelante proyectos que crearán un número significativo de empleos. Por su parte, los empresarios de la Costa han reiterado cada vez que han tenido oportunidad que reclaman "generosidad" por parte de la Junta, ya que, según argumentan, se trata de una de las zonas más castigadas por la crisis, con un índice más alto de paro, donde no hay un sector definido que tire de la comarca tras la caída de la construcción (a pesar de los esfuerzos del agrícola por suplirlo como puede), y que lleva padeciendo años la falta de infraestructuras. Por otro lado, no quieren pagar los platos rotos de otros lugares en los que el crecimiento ha sido salvaje y el urbanismo, desenfrenado.

Aparte, el plan es criticado porque no tiene en cuenta que la parte oriental obedece a una realidad distinta de la occidental.

Por último, tampoco llueve a gusto de todos en cuanto a las áreas de oportunidad. En el capítulo el anexo del plan se detallan 8 áreas de oportunidad productiva y 16 de dinamización turística y cada municipio está esperando que 'le toque la lotería' teniendo una cerca.

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