Granada

Pocos besos en la plaza del amor

  • La convocatoria para una gran besada en Plaza Bib-Rambla, que un congreso médico quería convertir en la plaza del amor, tuvo más expectación mediática que participantes · Expertos avalan sus beneficios

Para el director de cine Woody Allen el beso es "un intercambio de saliva y bacterias". Eso es lo que debieron pensar los granadinos ayer para no secundar la convocatoria pública realizada por el congreso de medicina de familia de Semergen de realizar una gran 'besada pública' en plaza Bib-Rambla, que sólo se quedó en eso, en la convocatoria, pues había más expectación por parte de los medios de comunicación que asistentes a la misma. De hecho, por su propia voluntad se acercaron pocos, es decir, ninguno, y fue necesario reclutar a turistas y parejas que por casualidad pasaban por allí para poder montar una 'mini besada'. El frío y la lluvia jugaron en su contra, y también la escasa organización.

Al final, contando con la ayuda de una despedida de solteras, un grupo de baile latino y excursiones de turistas, se pudo juntar a una treintena de personas que convirtieron un rinconcito de la Plaza Bib-Rambla en la esquina del beso.

Pero, para los más cariñosos, románticos, besar es sinónimo de placer, cariño, amor, amistad, apego y saludo, entre otras muchas cosas. Además, el beso ha sido gran protagonista en películas, fotografías, pinturas, esculturas, canciones, poesías y todas las artes posibles.

Los hay hasta los que proponen 365 tipos de besos u ósculos para cada día.

Y hasta los médicos estudian sus beneficios, demostrados por la creación de procesos químicos en el cerebro. Por tanto, es una buena idea el hecho de recetar besos para mejorar la salud y el estado psicológico de la población.

La besada pública en realidad no era más que la parte práctica de una ponencia del tercer congreso andaluz de médicos de atención primaria que Semergen-Andalucía ha celebrado en Granada durante tres días.

La teoría la aportó el jefe de servicio de Psiquiatría del hospital general Yagüe de Burgos, Jesús de la Gándara, que ofreció la conferencia de clausura del congreso sobre La química del amor y el lenguaje del beso.

De la Gándara se considera aficionado al estudio psicológico y antropológico del beso. "El beso activa unos receptores sensoriales que llegan al cerebro y producen modificaciones neuroquímicas", explicó el experto. Así, el beso intenso, el francés, el de amor, tiene la capacidad de poner en marcha sustancias como la dopamina o la oxitocina que generan sentimientos de recompensa y placer. "Por eso nos hacemos adictos a los besos y nos sentimos tan bien". Pero no solo está el beso de amor de pareja sino que otros tipos, como el de una madre a un hijo, también generan sustancias químicas, en este caso la oxitocina, que es la hormona del apego, de la unión entre personas.

Luego está el anecdotario del ósculo, que demuestra que se activan 36 músculos y se queman desde las 12 o 15 calorías hasta las 150.

Desde el punto de vista cultural, el beso también es positivo para la salud de las personas. "Está demostrado que los que besan más y mejor tienen mejores relaciones sexuales, mejor estado de ánimo y se sienten más seguros de sí mismos", aseguró De la Gándara. En definitiva, que son más los beneficios de besar que los inconvenientes.

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