La fiesta del cordero que los musulmanes celebran un mes despúes del Ramadán y que este año coincide con la Navidad provocó un incidente nada común en la zona Norte, donde un hombre comenzó a sacrificar corderos en plena calle. Todo comenzó por la tarde cuando agentes de la Policía Local alertados por una llamada vecinal comprobaron que un hombre de origen árabe estaba matando corderos en plena vía pública, sin la preceptiva licencia municipal. Según fuentes policiales, el individuo que ya había matado "2 o 3 animales tenía una pequeña vagoneta llena de corderos".

Concretamente, según fuentes policiales, en la calle Henríquez de Jorquera, una de las vías de Almanjáyar donde ante el recrudecimiento de los actos vandálicos los operarios de Inagra, empresa encargada de la recogida y limpieza de basura, pusieron reparos a prestar el servicio hace un par de meses.

Pues bien, ayer, los operarios de Inagra que fueron requeridos para limpiar los restos provocados por el sacrifico, se negaron a prestar el servicio pero por razones muy distintas. En este caso, los trabajadores de la limpieza alegaron para no limpiar la zona y recoger del lugar los corderos sacrificados la falta de un certificado emitido por el servicio de veterinarios del Ayuntamiento que avalase el buen estado de los animales. Y no fue porque estos inspectores municipales no se personaran en el lugar, sino, simple y llanamente, según fuentes de la Policía Local, porque no habían aportado el preceptivo informe que exigían los operarios de Inagra.

A partir de ese momento, los agentes policiales que intervieron en este rocambolesco asunto tuvieron que solicitar de nuevo la presencia de los veterinarios municipales para que, en esa ocasión, emitiesen el informe pertinente y los operarios de Inagra pudiesen dejar el lugar elegido por el hombre para sacrificar los animales -una explanada- limpio. Cumplimentado el trámite, el lugar quedó libre de cualquier resto del sacrificio.