En noviembre de 2007, hará muy pronto diez años, el que fue jefe de la Policía Local de Granada con José Torres Hurtado como alcalde, Luis Viciana, declaró en el Juzgado de Instrucción 2 de la capital que su papel en el cuerpo había sido intentar evitar que entre los mandos se "liaran a tiros", en sentido figurado, claro, para aludir a una verdadera guerra abierta que parece no haber finalizado hoy.

Viciana comparecía entonces en sede judicial por las denuncias de acoso laboral de los anteriores miembros de la cúpula policial, que fueron destituidos con la llegada del PP al poder. Algunos de ellos han vuelto ahora (con el PSOE) a estar al frente del cuerpo, como el actual jefe, José Antonio Moreno. Como en un dejavu, él es ahora blanco de denuncias judiciales por supuesto acoso a otros funcionarios. Está investigado en dos causas por mandos policiales que han sido relegados.

Más de una década llevan los mandos entrantes y salientes descerrajándose tiros en forma de denuncias en los juzgados de la capital. Aunque las consecuencias reales han sido mínimas, los expedientes, las querellas, las diligencias de investigación, los escritos de fiscales y los paseíllos de los principales mandos policiales para ir a declarar ante el juez de turno, han traído titulares y han servido como artillería para la confrontación política entre los partidos en la Plaza del Carmen.

La situación actual en la Policía Local se asemeja a los peores momentos de confrontación entre mandos policiales vivida en el primer mandato de Torres Hurtado (entre 2003 y 2007). Algunos protagonistas han cambiado, pero otros permanecen, como el jefe actual Moreno, o Luis de Haro Rossi, que fue superintendente -máximo responsable policial- de este cuerpo durante la época del gobierno tripartito, liderado por el socialista José Moratalla. Ahora que De Haro está en la política, como concejal, ha denunciado a varios inspectores designados en la época del PP, por supuestas filtraciones en unas oposiciones policiales.

José Antonio Moreno y De Haro Rossi formaban parte del grupo de mandos que en 2006 denunciaron por acoso laboral a los superiores que les sucedieron en el cargo, además de a Torres Hurtado y al concejal de Seguridad Ciudadana de aquel momento, José Antonio Balderas.

El ahora jefe de la Policía, designado por Francisco Cuenca al llegar a la Alcaldía de la ciudad, es el que está ahora en el disparadero. De denunciante a denunciado. Ya ha enfrentado una causa abierta por la concejal del PP María Francés, por supuestos insultos machistas contra ella. Fue archivada.

Pero mantiene abiertas dos causas judiciales más por posible acoso laboral contra distintos funcionarios del cuerpo que dirige. Ambos lo han llevado a los tribunales después de haber sido trasladados a otros puestos y denuncian que han sido "humillados y vejados" por el máximo responsable actual. Hace escasos días, José Antonio Moreno tuvo que acudir a declarar a Instrucción 2, el mismo juzgado donde se tramitó su propia denuncia de acoso hace más de 10 años. Ahora él es el investigado y ha negado ante el juez haber actuado por otros motivos diferentes a las necesidades del servicio.

El primero de los dos casos abiertos ahora, y el que está más avanzado judicialmente, es una denuncia de la que fue inspectora de la Policía Local asignada a la Policía Judicial durante los últimos 13 años, M. M. P. Al llegar Moreno al mando, ordenó su traslado a otro destino y ella denunció que este hecho, junto a otras circunstancias que ella considera "humillantes", pueden ser motivo de un delito de acoso laboral. El Juzgado de Instrucción 1 inició el pasado verano la transformación de las diligencias de investigación en procedimiento abreviado, lo que supone el paso previo a la apertura de juicio.

En septiembre, la Fiscalía remitió al juez su escrito, en el que pedía el archivo de la denuncia porque no consideraba acreditada esa "animadversión" del actual superintendente hacia la denunciante. Pero esta funcionaria puede formular acusación y conducir a Moreno hasta la sala de juicios. El PP clama su destitución. La historia al revés.