Granada

La Policía concluye que la explosión en Ron Montero fue "accidental"

  • La empresa ha vuelto a atender pedidos esta semana y ya ha iniciado las obras necesarias para reanudar la producción

La explosión registrada el pasado miércoles en la bodega Ron Montero, en la que resultaron heridas dos personas y otra falleció posteriormente como consecuencia de sus graves quemaduras, fue un accidente. Así lo considera el informe de la Policía Científica, que especifica que la deflagración no tuvo componente intencionado de ningún tipo y que resultó ser "fortuito y accidental", aunque al parecer en dicho documento -que aún no está terminado- todavía no están aún recogidos todos los detalles.

Los agentes estuvieron toda la semana pasada recabando pruebas para determinar las causas exactas de la explosión, que se originó en un depósito de alcohol con capacidad para 30.000 litros. Cuando den por terminado su informe lo remitirán al Juzgado de Instrucción, que realizará las diligencias pertinentes.

Ya la directora de la bodega, Andrea Martín Targa, aseguró que desde la empresa "se cumplen con todas las medidas de seguridad, desde la formación en riesgos laborales, a los equipos y vestimentas". En concreto, en la tarde del siniestro se estaba realizando una labor "de lo más rutinaria y sin riesgo alguno, denominada trasiego, que consiste en pasar alcohol de un tanque a otro".

La directiva aseguró a este periódico que ya se han puesto manos a la obra para recuperar la normalidad. De hecho, ya han comenzado las obras de restauración de la bodega, un edificio nuevo que cuando la firma pasó de manos de Paco Montero, el fundador, a las actuales, fue reformado en su totalidad, de manera que pudiese albergar recorridos guiados. De esta manera, pasó a ser la única bodega de ron que se podía visitar de Europa.

Según Martín Targa, "las obras ya están en marcha" y están haciendo todo lo posible por servir a sus clientes entre ayer y hoy con las existencias que poseen. En cuanto a la producción, "tardaremos un poco más, aunque no demasiado". En concreto, cree que en unos días, aunque antes deberán hacer frente a una serie de inversiones.

La reapertura de las instalaciones aún no tiene fecha dado que los peritos de los seguros siguen en el lugar y antes de retomar la actividad la compañía deberá arreglar los daños provocados por la explosión. Para ello, tendrán que rehabilitar los techos, que quedaron daños por la explosión, y la empresa piensa invertir en nuevos tanques de alcohol.

Sin embargo, aunque se haya retomado la 'actividad', la directiva no olvida a las víctimas: "No es nada comparado con los daños personales", añadió Martín Targa.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles sobre las 16:20 horas, cuando se produjo una primera explosión en un depósito de alcohol con capacidad para 30.000 litros, a la que siguieron dos pequeñas deflagraciones por espacio de dos horas. Según las primeras hipótesis de los Bomberos, la deflagración se produjo por una acumulación de gases que entraron en contacto con alguna chispa de la maquinaria eléctrica.

En la UCI del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla permanecen ingresados los otros dos empleados heridos, de 29 y 41 años, que sufrieron quemaduras en el 60 y el 40% de la superficie corporal y cuyo estado sigue siendo grave, según fuentes sanitarias.

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