Primark: ganas de trabajar

Primark se ha hecho de rogar, pero la espera, a juzgar por el entusiasmo de trabajadores y clientes, ha merecido la pena. Cuatro meses después de la inauguración del Nevada Shopping, el centro comercial ha sumado a su oferta un 'gigante' con una capacidad de movilización impresionante: Primark. Poco antes de las once de la mañana, el establecimiento más esperado por los amantes de la fast fashion abría sus puertas oficialmente, franqueando el paso a las cientos de personas que hacían cola ordenadamente y bolsas en mano desde antes de las 9:30 horas.

Pero antes, Primark se convirtió en una fiesta para sus trabajadores y para los invitados a la inauguración, entre los que se encontraba el propio promotor del Nevada, Tomás Olivo. Lo de fiesta no es un decir: Primark celebró por todo lo alto su llegada a Granada, con cientos de globos, música a todo volumen y entusiasmo, mucho entusiasmo. El nuevo establecimiento llega con muchas cifras impresionantes bajo el brazo, pero la más relevante de todas, la que de verdad importa, es la del empleo. La cadena de origen irlandés ha contratado para su tienda en Granada a 250 trabajadores, seleccionados de entre 6.900 candidatos. De ellos, 181 se encontraban en situación de desempleo y 16 se incorporan por primera vez al mercado laboral, lo que explica muy bien que la plantilla lo diera ayer todo durante la apertura.

De hecho, lo ha venido dando desde hace meses, tras la miles de horas de formación y los preparativos para el gran día. La enorme tienda (5.800 metros cuadrados, lo que la convierten en la segunda más grande de España después de la de la Gran Vía de Madrid) ha sido montada en un tiempo récord: la colocación de las prendas no empezó hasta el pasado lunes 13.

La emoción de los trabajadores era contagiosa. Tras organizar algunos tour privados por la tienda para los invitados a la inauguración -entre los que se encontraban algunas blogueras de moda-, los trabajadores animaban la fiesta cantando todos los temas que sonaban por el hilo musical, haciéndose selfies con sus uniformes y globos azules y jaleando a los responsables de la compañía.

"¡Stephen, Stephen, Stephen!". Así recibieron al director general de Primark Ibérica, Stephen Mullen, que fue el encargado de inaugurar oficialmente la tienda con un discurso interrumpido constantemente por aplausos y consignas de apoyo. "Este es el comienzo de nuestro viaje juntos, el momento que estábamos todos esperando ya ha llegado", indicó Mullen, que recordó que España es un país fundamental para la compañía, por lo que con esta nueva apertura esperan ampliar su mercado y acercar la marca a más clientes. "Easy, Caring, Fun", clamó el director de Primark Ibérica para cerrar su discurso, echando mano del eslogan de la marca, toda una declaración de intenciones.

Lo de la diversión fue asimilado a la perfección por la plantilla, que poco después del corte de la cinta inaugural -con unas tijeras gigantes azul Primark- se preparó para dar una calurosa bienvenida a los clientes. Tras formar dos largos pasillos a los dos lados de la entrada principal de la tienda, los efectivos de seguridad abrieron por fin las cintas y abrieron el paso a los primeros clientes, que fueron recibidos con aplausos y jaleados por los trabajadores, que acto seguido se distribuyeron por la tienda, donde comenzó la fiesta de las compras.