Primera queja ante el Parlamento Europeo por un caso de 'bebés robados'

"Por encontrar a mi hija llego a la luna". Eduardo Raya, padre de la bebé granadina supuestamente robada en 1990 tras nacer en el Hospital Clínico de Granada, está dispuesto a agotar todas las vías posibles para dar con su hija, que ahora tendría 22 años. El hombre no sólo ha recurrido ante la Audiencia de Granada la decisión de la jueza de Instrucción 2 de la capital de archivar la investigación judicial que en su día abrió para determinar si hubo alguna irregularidad en su caso, sino que asegura haber presentado la primera queja formal ante el Parlamento Europeo relacionada con el robo de bebés.

Raya ofreció ayer una rueda de prensa junto a su esposa Gloria durante la que dejó clara su indignación por el desenlace que ha tenido su historia tras cuatro años de lucha judicial. Afirmó haber sufrido "un daño moral irreparable", debido tanto al posible robo de su hija -cuyo fallecimiento le comunicaron en el hospital a los tres días de nacer- como a los "graves errores judiciales" que en su opinión ha habido durante la investigación del caso.

El progenitor detalló que su queja ante el Parlamento Europeo fue presentada formalmente el pasado 12 de julio "por indefensión, irregularidades judiciales y parálisis de la justicia española en el caso de su hija y en el de las miles de denuncias presentadas en España". Su objetivo: "que se dicte una resolución en la que se declare que el reino de España está violando los derechos de los más débiles".

Raya confía también en que la Audiencia Provincial de Granada revoque el auto "injusto y carente de la más mínima motivación" que, a su juicio, dictó recientemente el Juzgado de Instrucción 2 de Granada. Espera de este modo que se reabra la causa para tomar declaración a los médicos que asistieron a su mujer en el parto y aclarar qué sucedió con su hija. En caso de que esto no suceda piensa recurrir en amparo al Tribunal Constitucional y, si hace falta, llegar hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (Francia).

La hija de Eduardo Raya nació el 6 de junio de 1990, después de que uno de los doctores del Clínico practicara a su mujer una cesárea urgente por supuesto sufrimiento fetal, el mismo facultativo que "casualmente" fue condenado tres años más tarde por la Audiencia de Granada por una adopción irregular.