El plan de eliminación de pintadas que dio comienzo el pasado mes de marzo ha culminado su primera fase con la erradicación de 116 grafitis no artísticos o dibujos cometidos por actos vandálicos en el barrio del Realejo. Así lo comunicó ayer el alcalde en funciones, Baldomero Oliver.

Aunque Oliver no detalló todas las calles afectadas, sí apuntó que se han realizado actuaciones en torno "a San Matías, Navas, Ángel Ganivet, Valera, San Rafael y zonas aledañas". Sí dejó claro que a pesar de que el plan se circunscribe al Realejo en una primera fase, y a Centro-Sagrario y Albaicín a partir de septiembre, "se han llevado actuaciones puntuales en otros lugares como el Zaidín -calle Primavera- y en calle Mesones, para eliminar de forma inmediata algunas pintadas con simbología y contenido facista, xenófobo, machista y/o que enaltecían a la violencia de género".

La intervención en el Realejo se realizó previo contacto "con la asociación de vecinos y habitantes de la zona para determinar cuáles eran los ámbitos de actuación más urgentes, o dónde había pinturas vandálicas que requerían de una acción de limpieza rápida por constituir un atentado contra la propia convivencia ciudadana".

A partir de septiembre, anunció Baldomero Oliver, "se pondrá en marcha el resto del programa que incorpora acciones en Centro-Sagrario y en Albaicín", barrio que se completará "con la colocación de las correspondientes videocámaras que desarrollarán una tarea de videovigilancia y que permitirá la disuasión de actuaciones de este tipo". Sobre la fecha definitiva de la colocación, "se espera que a mediados de septiembre esté cerrada la adjudicación del contrato requerido para la colocación de estas cámaras". El alcalde en funciones destacó que esta tecnología de vigilancia se ubicará "en los entornos de carácter más patrimonial y que precisen de una defensa más potente".

Con estas videocámaras y con la limpieza de las fachadas del plan de eliminación de pintadas, Baldomero Oliver espera que "este segundo semestre de 2017 sea el semestre en el que Granada empiece a decir adiós a estos actos vandálicos y se acabe con un fenómeno que desgraciadamente conlleva un menoscabo de la belleza de la ciudad y en el ámbito de la convivencia ciudadana". Además, apunta, que los grafitis eliminados "no aportan un valor añadido a las representaciones artísticas" tradicionales.

Oliver indicó, a modo de resumen, que el proyecto ha tenido en su primera fase "una valoración positiva y el plan ha sido un acierto". Pero para la ciudad, lo más importante es la "concienciación y sensibilización" ciudadana. Por ello, hizo un "llamamiento a la población para que colabore y mantenga las calles limpias de pintadas".

Será también a partir de septiembre cuando se darán otros datos "relativos al carácter sancionador de las pintadas".