La escena se ha repetido durante toda la mañana en muchas gasolineras de Granada. Colas y ordenadores bloqueados merced al "caos" provocado por una medida esperada, pero a la vez de una aplicación complicada por la premura con la que se ha tomado: la rebaja del precio de la gasolina. Muchos conductores han apurado en los últimos días los depósitos de sus vehículos para llegar a este viernes y repostar con el descuento de 20 céntimos por litro aplicado por el Gobierno, lo que ha dado lugar a aglomeraciones y a que haya habido saturación en los sistemas de las estaciones de servicio para atender la demanda y los pagos en Repsol y Shell, informan fuentes del sector.

En algunas de ellas, como en la situada en la rotonda de Neptuno y una de las más concurridas de Granada capital, a primera hora de la mañana vio cómo se bloqueaban sus terminales y no se podía realizar los cobros de los repostajes ante la avalancha de clientes, ya que por la noche el sistema, que ya aplicaba el descuento, funcionaba a la perfección. En esta, como en otra estaciones de servicio de otras marcas, se ha repetido el problema, según han informado fuentes del sector. Algunos clientes que ya habían realizado la recarga de sus vehículos han tenido que esperar durante un largo rato para poder pagar y muchos de ellos han tenido que firmar reconocimientos de deuda para efectuar el pago a posteriori ante la imposibilidad de hacerlo y tener que acudir a su lugar de trabajo, al que muchos han llegado tarde.

En algunas estaciones de servicio, además, se han cerrado durante varios minutos las calles de los surtidores, por lo que los conductores no han podido repostar mostrando su enfado y su sorpresa ante la situación, ya que contaban con recargar el depósito para poder ir al tajo o directamente trabajar como los transportistas. Los sistemas se recuperan y se adaptan poco a poco a la demanda, aunque funcionan con lentitud en muchos momentos.

"Anoche, a las diez, estaba en una estación de servicio y los trabajadores no sabían a esa hora cómo se tenía que aplicar el descuento", cuenta una fuente del sector. El trabajador de otra gasolinera comentaba con un cliente que "no se pueden hacer las cosas así, nos hemos ido enterando de cómo hacerlo sobre la marcha". En otras gasolineras, los problemas han venido, más que por uno informático, sino por la acumulación de clientes y la explicación por cómo se aplica el descuento. Además, se quejan de la "desconfianza" que provoca que en los monolitos informativos aparezca el precio sin rebaja.

"Lo que está sucediendo es una acumulación de operaciones. Es cierto que los sistemas se están ralentizando ante el pico registrado, pero estas incidencias han sido algo puntual", ha explicado a Efe la compañía Repsol, que prevé que a lo largo del día "la situación se vaya normalizando" y se llegue a "una zona valle de peticiones". Según informan fuentes del sector especializadas, Repsol cuenta con un sistema informático propio, de ahí a que le haya afectado más que a otras.

Ya en las horas previas a la entrada en vigor del decreto, el sector de las estaciones de servicio se quejó al Gobierno de la aplicación de descuento de 20 céntimos por litro, que lastra su liquidez y coloca a parte de las gasolineras al borde del concurso de acreedores, tal y como denuncian desde el sector.

"Caos" es la palabra que más repiten fuentes consultadas por Efe, que hablan de una situación "muy complicada" debido sobre todo a que deberán adelantar de sus propios fondos el importe del descuento hasta que el mecanismo prometido por el Ejecutivo entre en funcionamiento para que reciban el dinero de la Agencia Tributaria.