Proponen dividir los libros en partes para acabar con el peso de la mochila

Los médicos señalan que la carga no debe pasar del 10% del peso del niño La división en fascículos es posible, pero resulta más cara

Niños cargados con sus mochilas entrando a clase en una imagen de archivo.
Leonor García

22 de septiembre 2014 - 01:00

Es la típica recomendación de septiembre: los niños no deben llevar mochilas demasiado pesadas al cole para evitar problemas de espalda. ¿Pero cómo, si necesitan el material para las distintas clases? Profesionales del Instituto Hispalense de Pediatría (IHP) han lanzado una idea: dividir los libros en fascículos trimestrales para no tener que llevarlos enteros y así aligerar la carga.

"Técnicamente sería posible porque en vez de hacer un libro se harían tres más pequeños, aunque eso puede incrementar el precio", apunta Carlos Pranger, de la editorial Confluencias.

Juan Antonio Gallego, técnico de la Delegación de Educación, no ve "ninguna contradicción pedagógica ni ningún inconveniente" a esta opción de partir los libros de texto en tres partes, una para cada trimestre.

El traumatólogo Rafael López Arévalo ve como "una buena opción" la idea de fascículos trimestrales y advierte: "Las mochilas que llevan al cole pesan demasiado. Cada vez hay más niños que acuden a la consulta por problemas de espalda". El especialista explica que lo ideal es que la mochila pese menos que el 10% del peso del alumno. Si el niño pesa 40 kilos, el tope debe ser unos cuatro kilos o poco más. Según el IHP, un tercio de los escolares superan este límite. López Arévalo aclara que una mochila demasiado pesada o mal cargada obliga a desviaciones de la postura que a la larga pueden ocasionar problemas de espalda. Pero además, explica que con el exceso de peso se resienten las rodillas y la cadera.

"Cada vez hay mochilas más ergonómicas y sin embargo, los niños con problemas de espalda aumentan", alerta. La causa es no sólo el peso de la mochila, sino lo mal que se carga. La moda de llevarla colgada de un solo brazo es "lo peor" para la espalda. Según el facultativo, siempre debe ir colgada de los dos brazos. "Y pegada al tronco, no bailando. Porque si la carga se mueve, la musculatura se tiene que contraer permanentemente", señala. Incluso matiza que los libros de mayor peso deben ir más pegados a la espalda. Otra recomendación del especialista es que como máximo, "aunque esté bien colocada", la mochila no se cargue más de 15 o 20 minutos al día.

La solución de llevar mochilas con ruedas no es una buena opción. López Arévalo apunta que "es un mal menor" que cargar la mochila con un solo brazo, pero arrastrar la carga tirando de ella "tampoco es bueno" porque se produce una torsión de la columna y del brazo.

Fernando Vegas, médico escolar de la Consejería de Educación, coincide: "En el caso de una mochila con ruedas, habría que llevarla no tirando de ella, sino empujándola; como el carrito de la compra". A edades tempranas, entre los estudiantes, los problemas de espalda suelen ser equilibrados por sexos. Pero a medida que crecen, se presentan más entre las niñas. La razón es que la escoliosis (desviación de columna) es más común entre las chicas. Una carga excesiva o incorrecta de la mochila potencia así una patología de base que es más frecuente entre las mujeres.

Entre los contenidos curriculares, no hay información sobre cómo llevar la carga para no sufrir dolencias de espalda. López Arévalo recomienda a los docentes que den instrucciones a sus alumnos sobre cómo cargar las mochilas para no padecer problemas musculares u óseos. El técnico de Educación y el editor malagueño, por su parte, abogan porque progresivamente los nuevos dispositivos digitales vayan aligerando la carga de las mochilas.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último