Granada

Puntos y seguido a diez años de polémica en Bibataubín

  • Oposición y asociaciones memorialistas celebran la retirada del monolito 'La soledad', se convierte en el nuevo punto de discordia

Era el sueño de cientos de granadinos y ayer por fin se cumplió. Sobre las ocho horas de la mañana un cordón policial de "prohibido el paso" presagiaba cambios en la plaza de Bibataubín y así fue. Cuatro personas se encargaron durante algo más de tres horas de retirar pieza a pieza la escultura a José Antonio Primo de Rivera poniendo fin a más de diez años de polémica.

De esta forma el Consistorio cumplió con la sentencia del TSJA del pasado mes de abril que le obligaba a retirar el monolito. Una noticia que sentó muy bien entre los distintos grupos de la oposición, PSOE, IU y UPyD así como a las asociaciones memorialistas que no tardaron en manifestar su felicidad ante un día "histórico" que convirtió la capital de Granada en una ciudad "más democrática".

Sin embargo, y aunque a priori todos manifestaron su enorme alegría, no parece que la plaza de Bibataubín vaya a abandonar su clásico status polémico. La decisión municipal de colocar otra obra del mismo escultor, Francisco López Burgos, empieza a fraguarse como el nuevo punto de enfrentamiento entre la oposición y el Partido Popular. "No creo que se inicie ahora una nueva batalla contra la escultura que hemos elegido, La Soledad, pues la oposición pidió una obra laica y ésta lo es", aseguró ayer el concejal de Cultura en el Ayuntamiento Juan García Montero. El edil respondió así a la propuesta del portavoz de IU en el Ayuntamiento de Granada, Francisco Puentedura, de poner en su lugar una escultura para rendir homenaje a Enrique Morente. "Con Enrique Morente estamos todos encantados y podemos poner una escultura suya en mil sitios" dijo Montero, para quien la polémica estaba centrada en el homenaje a Primo de Rivera y no en la autoría del escultor al que, a su juicio, "no se le puede menospreciar su obra por un tema ideológico".

El edil de Cultura siguió de cerca la supresión del monolito. Sobre las nueve horas se acercó hasta la plaza de Bibataubín para comprobar de primera mano cómo transcurría el proceso. Junto a él también se encontraban numerosos curiosos que fotografiaron la estatua en diferentes momentos o simplemente se acercaron para ver qué se cocía entre tanto andamio, grúa, pica y cemento.

Ya sobre las once y media, del polémico monolito dedicado Primo de Rivera tan solo quedaba el amargo recuerdo. Los operarios se llevaron la escultura que tal y como decidió el Ayuntamiento de Granada será cedida a la familia del escultor durante un periodo de cincuenta años.

"Hoy es un día significativo en la historia de Granada. Supone la victoria de muchos granadinos pero también de la dignidad", manifestó el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Paco Cuenca. Para el edil, la retirada respaldada por el TSJA conlleva la "derrota de aquellos que juegan a dividir y a enfrentar". No obstante, Cuenca recordó que todavía quedan símbolos franquistas por eliminar como el "cartelón" de la Catedral también contemplado dentro de la Ley de Memoria Histórica.

Para IU también fue un día histórico en que "la legalidad y la normalidad democrática vuelven a la ciudad de Granada", dijo el portavoz, Francisco Puentedura. No obstante, el edil volvió a pedir un monumento diferente a La Soledad e hizo un llamamiento para que sean los diferentes grupos municipales quienes decidan qué obra de arte decora Bibataubín.

La edil de UPyD, Mayte Olalla también se mostró satisfecha aunque molesta al entender que se está perdiendo mucho tiempo con este tipo de enfrentamientos políticos que no solucionan los problemas reales que sufren los ciudadanos.

Quienes también celebraron y mucho la retirada fueron los integrantes de la asociación Verdad, Justicia y Reparación que lleva más de una década intentando borrar del mapa granadino el monolito. Sin embargo, según manifestó su portavoz, Francisco Vigueras, se hace necesario instaurar en la plaza un monumento que haya nacido desde el consenso ciudadano y no otra escultura del mismo autor que fue colaborador del régimen franquista y premiado por la dictadura. Así, para la asociación, la decisión municipal de colocar la escultura de La Soledad, una niña "en posición sumisa y que parece estar rezando", supone una nueva burla.

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