Que nadie se frote los ojos y corra a actualizar su cuenta de Twitter. La foto de Mariano Rajoy y Javier Arenas enarbolando una bufanda naranja que incluye este artículo está tomada el 28 de diciembre de 2005 en un almuerzo en Granada con simpatizantes. Una vez descartado que el ya expresidente del Gobierno se haya pasado a Ciudadanos, toca repasar sus visitas a Granada, la gran mayoría de ellas enmarcadas en algún proceso electoral. En estos siete años de gobierno, Rajoy sólo tiene en su álbum granadino una foto inaugurando una infraestructura, concretamente la autovía A-7 en octubre de 2015, quizás la que tuvo más recorrido a nivel nacional junto a la que ofreció en la heladería Los Italianos engullendo una cassata de Los Italianos y que, con su salida de La Moncloa, ha sido rescatada por los documentalistas de todos los programas satíricos del país.

En estos días en los que se han establecido paralelismos entre su salida del Gobierno y la de José Torres Hurtado de la Alcaldía, pudiera parecer que selló su destino en noviembre de 2006, cuando puso al exregidor como ejemplo para ser un buen gobernante. "Mi programa electoral es hacerlo como lo hace Pepe Torres en la Alcaldía", dijo el por entonces jefe de la oposición a Rodríguez Zapatero y presidente del PP en un acto celebrado en el Palacio de Congresos para presentar a los candidatos a las elecciones municipales que se iban a celebrar unos meses después. Ese mismo día se dio un paseo por las calles de la ciudad en mitad de la polémica por su intervención en Tengo una pregunta para usted, donde eludió referirse a los ceros de su libreta de ahorros. "Mi mujer también trabaja y tengo que mirar la cuenta corriente como el resto de la gente", zanjó tras las preguntas de los periodistas. Pasadas las elecciones organizó una visita relámpago al Ayuntamiento de Granada en julio de 2007 con Torres Hurtado recién reelegido alcalde para anunciar que una de las prioridades de su programa electoral era la llegada del AVE.

"Mi programa electoral es hacerlo como Pepe Torres en la Alcaldía", dijo en 2006

Regresó a Granada el 12 de septiembre de 2008, poco antes del Congreso Nacional en el que fue reelegido en el cargo, y el 27 de mayo se presentó en el Albaicín con la Alhambra al fondo para la campaña de las elecciones europeas, donde ya cargaba con el caso Gürtel en la mochila y eludía cualquier pregunta al respecto. "Tengo cuatro de mis cinco hijos en paro", le gritó una señora durante su intervención. "La mayor prioridad de mi partido es que sus hijos puedan trabajar, no le quepa duda", contestó rápido en otro acto en el que no faltó Javier Arenas, presidente del PP-A y 'guardaespaldas' personal de Rajoy en sus visitas a Andalucía durante esta época.

Con el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro como 'telonero' protagonizó en febrero de 2010 un multitudinario mitin en la plaza de toros de Atarfe con Zapatero empezando a hincar la rodilla por la crisis y Rajoy presto con el estoque. El acto estaba enmarcado en la campaña Menos impuestos, más empleo, con el viento de las encuestas ya de cara y presentándose como el hombre que iba a revitalizar las pensiones, igual que Pedro Sánchez el pasado 11 de enero en un mitin en un hotel granadino.

El 22 de julio de 2011 paseó por la Carrera del Darro con su habitual guardia pretoriana -Torres Hurtado, Javier Arenas y Sebastián Pérez- poco antes de convertirse en el sexto presidente del Gobierno de la Democracia. Lo hizo para felicitar al PP de Granada después de conseguir los mejores datos de su historia en la capital y tras conquistar la Diputación tras las municipales del 22-M. "Como candidato a la presidencia del Gobierno he venido a escuchar", señaló.

Y después de escuchar pasó a la acción tras conseguir la mayoría absoluta en las elecciones generales de 2011. Un año después regresó a la capital con la celebración en julio del 13 Congreso Autonómico de los populares, con el movimiento del 15-M en plena ebullición y una tentativa de escrache de cientos de personas a las puertas del Palacio de Congresos.

A finales de abril de 2013 eligió Granada y la Alhambra para recibir la visita del primer ministro polaco Enda Kenny. Quedó muy sorprendido por la restauración del Patio de los Leones y, antes de explicar los resultados de la reunión, hizo su reflexión más profunda sobre la ciudad de todas sus visitas al hablar de cómo se integra el Palacio de Carlos V en la Alhambra. "Esta relación entre los tradicional y lo moderno está en el ADN de esta ciudad, como está en la poesía de Lorca, en la música de Falla o en la pintura de José Guerrero", reflexionó el presidente Rajoy.

El 14 de marzo de 2015 ya había cambios en el que había sido su habitual comité de bienvenida y Juanma Moreno ocupaba el lugar de Javier Arenas. En un acto electoral de cara a las autonómicas, Rajoy aseguró que su partido iba a ganar las elecciones sin ningún género de duda y, en pleno éxtasis, cuando un simpatizante le espetó "tienes dos cojones", el presidente se tomó su tiempo para responder, con sorna, "no voy a decir que no".

Poco después, el 7 de octubre de 2015, cortó la cinta inaugural de la autovía A-7 en el tramo Carchuna-Castell de Ferro en compañía de la por entonces ministra de Fomento Ana Pastor. Ya se había refugiado en el plasma para evitar preguntas improcedentes y, a falta de televisión, no permitió que los periodistas formularan preguntas, aunque sí reafirmó la apuesta de su Gobierno para la llegada del AVE.

Y en junio de 2016, días antes de las elecciones del 26-J, volvió a ofrecer un mitin en el mirador de San Nicolás, defendió a Torres Hurtado tras el estallido de la Operación Nazarí y calificó de "acuerdo de despacho" su salida del Ayuntamiento, aunque el exalcalde ya había sido excluido del comité de bienvenida. Después se paró en la heladería Los Italianos para tomar una cassata, la última que degustó como presidente del Gobierno.