Granada

Recetar libros: una alternativa a los fármacos

  • El médico de familia Romualdo Aybar ejerce la Medicina según el modelo biopsicosocial y entiende la lectura y la palabra como recursos terapéuticos que ayudan al paciente

Hay muchas formas de ejercer la Medicina, sobre todo la de Atención Primaria, la más cercana al paciente, con la que el enfermo tiene más contacto. Algunos médicos, en contra de la tendencia actual de burocratización, rapidez en la atención y casi impersonalismo, ejercen por convicción personal, casi como una raya en el agua, siguiendo las corrientes que aprendieron de sus maestros, médicos 'de cabecera' con renombre que entendían una forma de desarrollar su profesión y un estilo diferenciador de trato al paciente. Porque sabían y se encargaron de defender que un médico es mucho más, que no sólo diagnostica y receta fármacos sino que es la persona a la que se le cuentan los problemas, las inquietudes, situaciones sociales y psicológicas que también requieren ayuda médica.

Formas singulares de ejercer la Medicina se ven ya pocas pero todavía se mantienen. Y un ejemplo es el de Romualdo Aybar, médico de familia del centro de salud de Huétor Santillán, que sigue el mensaje de su maestro, Luis de la Revilla, de que la Medicina también supone un interés por el modelo de atención biopsicosocial, que incluye la atención a lo biológico, psicológico y social del paciente y que toma interés la atención familiar y terapias de apoyo como la biblioterapia, usar libros para fomentar cambios en las personas.

Y eso es lo que hace Romualdo en el centro de salud de Huétor Santillán: recetar libros. Un modelo de atención que sigue por convicción personal y que ha venido practicando en los más de 60 destinos que ya ha tenido durante toda su carrera pese a que su plaza está en Guadix. Pero ahora en Huétor Santillán lo tiene mucho más fácil, ya que el centro comparte edificio con la biblioteca, por lo que se cierra un círculo perfecto para este médico. Encima, la bibliotecaria es una de sus pacientes.

"Yo uso la palabra y la lectura como recurso terapéutico. La palabra es un recurso básico para la atención médica. La tendencia de convertir la Sanidad en un bien de consumo más no la comparto. Basando todo en el acceso a la tecnología y a los fármacos nos olvidamos de la esencia de la Medicina, que se basa en el contacto humano y por tanto en la palabra", explica Aybar, quien asegura que siempre se ha "revelado" contra la estructura del tiempo. "Quien tenga mucha prisa que se cambie de médico", sentencia.

Así, su consulta es muy distinta a la de cualquier otro médico. El paciente va y no se encuentra a un facultativo que se basa en diagnosticar y recetar fármacos sino que ofrece la palabra y la alternativa para que sea el paciente el que pueda asumir su problema y casi solucionarlo sin recurrir a las medicinas. "La gente no tiene con quien hablar y esos vacíos hay que cubrirlos. Buscan ser escuchados allí donde puedan escucharlos". Y eso es lo que hace él.

"Una demanda muy frecuente hoy en día es la ansiedad por falta de recursos económicos por la crisis. Y hay dos maneras de solucionarla: tratar con fármacos o no recetar medicamentos pero procurar que la persona afronte su problema por otros enfoques y la palabra, que es fundamental. Muchas enfermedades vienen del miedo a afrontar la realidad. Yo, con la palabra y la lectura, intento devolverles la capacidad de ser él mismo quien resuelva su problema sin recurrir a la institución", relata.

Los libros que 'receta' dependen del paciente, su nivel cultural, su edad, su problema y también de las últimas lecturas que haya hecho el propio Romualdo. El último que ha recomendado es Cambiar el pasado, de Editorial Herder y el que está leyendo ahora es El murmullo de los fantasmas, de Boris Cyrulnik, "que va sobre la capacidad de sobrevivir a los traumas que nos dejan marcas en la vida.

Pero no recomienda sólo libros de autoayuda, muy de moda en los últimos tiempos, cualquier estilo es bueno, aunque a él lo que más le gusta es la novela histórica, los ensayos de ciencia y también los que escribe Eduard Punset. "Leer ayuda a entender y a entenderte a ti mismo", por lo que defiende que los pacientes, "al ser oídos, pueden estructurar su pensamiento y ayudar por tanto a que asuman su problema y cómo resolverlo". "Leyendo fomentas las situaciones de cambio. Si aprendes eso, aprendes a ser más autónomo y no tan dependiente de otros para buscar la solución".

Entre los pacientes hay de todo, al igual que entre sus compañeros de profesión. "Con la gente que le gusta leer no hay problema, pero me acuerdo un hombre que dijo que si había algo en el mundo que odiaba era leer. Al final se compró el libro y no sé si lo terminó pero su problema se resolvió o por lo menos cambió", explica el médico, quien directamente no conoce a otros médicos que sigan su misma práctica pero que sabe que alguno más existe, "aunque son los menos".

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