Los colores inundaron ayer las calles de Granada. Como cada año y con motivo del inicio oficial del curso académico la Universidad de Granada celebró su tradicional desfile cívico-académico marcado por el amarillo, el rojo, el verde o el rosa característico de las vestimentas de este acto. A las diez de la mañana partió la comitiva formada por doctores docentes, los nuevos doctores (revestidos con traje pero con birrete en la mano), estudiantado y personal de administración y servicios. Una vez llegados al Hospital Real y tras la Lectura de la Memoria del curso académico 2016-2017 por el secretario general de la Universidad, Pedro Mercado Pacheco y la lectura del discurso de apertura, se procedió a la investidura.

María Angustias Olivencia fue una de las nuevas doctoras investidas. Esta mujer que cuenta con una discapacidad que le impide desplazarse con facilidad, se encontraba ayer sentada con una amplia sonrisa en el Rectorado. Según relató estaba feliz de recibir este reconocimiento después de un trabajo intenso. En concreto, Olivencia, natural de Órgiva, estudió Psicología en la UGR. Después realizó el doctorado con una tesis titulada Las TIC y la discapacidad: oportunidad de inclusión o factor de exclusión. Olivencia, que se doctoró hace dos semanas procede del departamento de Personalidad y de Evaluación del Tratamiento Psicológico. A su juicio, las TIC evidentemente suponen una auténtica oportunidad de inclusión para las personas con discapacidad. "Siempre van a facilitar desde el punto de vista de la transversalidad aunque la misma tecnología no sirva igual para todas las personas", destacó.

Junto a ella se encontraban personas de todas las edades que ayer también participaron en este emotivo acto que reconoce su valía y su esfuerzo tras años de trabajo. Allí, también se encontraba Hernand Allende que, natural de Chile, estudió en su juventud Ingeniería Agrónoma para dar un auténtico giro a los cincuenta años cuando decidió hacer el doctorado de una temática que no tenía nada que ver: la educación.

"Para mí convertirme en doctor es una oportunidad emocionante considerando varios aspecto: por un lado mi edad pues tengo sesenta años pero también mi origen académico pues estudié agronomía y con los años decidí sacar el doctorado. En este sentido, destacó que siempre le llamó la atención la diversidad humanística.

En el acto del curso académico también estuvieron presentes el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero y del rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú, Orestes Cachay Boza. También la consejera de Conocimiento, Lina Gálvez, la consejera de Igualdad, María José Sánchez, el alcalde, Francisco Cuenca, o la delegada del Gobierno en Granada, Sandra García.