Rehabilitación a domicilio para recuperar la calidad de vida

Manuel Lorenzo tiene 85 años pero una vitalidad que asombra. Cualquiera diría que el año pasado se partió las dos caderas y tuvo una fractura de hombro, lesiones que le obligaron a pasar por el quirófano y a permanecer en cama mucho tiempo. Pero no se rindió. Su actividad como camarero durante toda su vida y sus ganas de mejorarse han hecho que en la actualidad pueda andar solo, salir a la calle y ayudar en la casa a su mujer Dolores, su enfermera, su amiga, su confidente y su gran apoyo tras toda una vida juntos.

Eso y una 'pequeña' ayuda extra de profesionales sanitarios que le ha permitido recuperar su calidad de vida en su entorno, en su casa, a través de una unidad de rehabilitación domiciliaria que gestiona desde 2002 el Hospital Virgen de las Nieves y el Distrito Sanitario Granada dentro del Plan Andaluz de Ayuda a la Familia para todos los pacientes que necesiten rehabilitación, fisioterapia o terapia ocupacional y que por distintos motivos no puedan desplazarse a los centros sanitarios para recibirla. Cubren Granada capital, Jun, Beas y Huétor Santillán.

El programa va dirigido fundamentalmente a personas con más edad, que tienen barreras arquitectónicas en su casa que les impiden desplazarse con facilidad a un centro sanitario o que tienen una co-morbilidad asociada al desplazamiento. En estos casos la rehabilitación se presta en casa y si presentan mejoría pueden continuarla en el hospital.

Rocío Pozuelo es médico del servicio de Rehabilitación del Virgen de las Nieves y es la que se encarga de valorar la atención que requieren los pacientes de este programa domiciliario, que le son derivados por los médicos de los hospitales, por Atención Primaria o por las enfermeras de enlace. "Los valoro y vemos según el caso si necesitan sólo fisioterapia, fisioterapia más terapia ocupacional o sólo esta última, así como las sesiones que necesitan, que se suelen dar dos o tres días en semana", explica. Después, son cuatro fisioterapeutas, un terapeuta ocupacional y cinco celadores-conductores del Distrito los que forman los equipos móviles que se desplazan a los domicilios. El centro de operaciones está en el centro de salud de La Caleta.

"Dividimos entre pacientes que se van a recuperar y los que por alguna patología neurodegenerativa o cerebrovascular lo tienen más difícil, casos en los que se enseña a la familia para mantener al paciente lo mejor posible", dice la doctora.

Manuel Lorenzo, con sus dos caídas del año pasado, fue usuario de este servicio y sólo tiene palabras de agradecimiento. "Me han tratado muy bien. Me quedé que no podía hacer nada ni ir a ningún lado y mira ahora", dice mientras se levanta y da unos pasos sin la ayuda de la única muleta que delata sus dolencias. En esto ha tenido que ver mucho también su fuerza de voluntad. El dolor no le ha amilanado, todo lo contrario, le ha hecho esforzarse más. "Toda mi vida he estado de pie trabajando y todavía puedo hacer muchas cosas más".