Beatificación

Religión en Granada: Unión Romaní rechaza beatificar al Padre Majón por “racista”

  • Critica sus opiniones "ofensivas" contra los gitanos cuando estuvo en Granada entre el siglo XIX y el XX

El padre Manjón, durante su estancia en Granada

El padre Manjón, durante su estancia en Granada / R. G.

El presidente de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez-Heredia, ha mostrado su oposición a la beatificación del padre Andrés Manjón y Manjón por sus opiniones "ofensivas" y "racistas" sobre los gitanos cuando estuvo en Granada a finales del siglo XIX y principios del XX y fundó las Escuelas del Ave María.

"La raza gitana es una raza humana degenerada" y "tienen talento natural, pero sin elevaciones ni abstracciones e ideas generales, sólo para lo individual, singular y concreto", escribió Manjón, según ha señalado Ramírez.

El rechazo del presidente de la Unión Romaní se produce después de que el papa Francisco autorizara en noviembre pasado a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el denominado decreto de virtudes heroicas del padre Manjón, que abre la causa para su beatificación.

Natural de Sargentes de la Lora (Burgos), Andrés Manjón fue un sacerdote y pedagogo vinculado a Granada que impulsó el sistema educativo que se conoce como "avemariano".

La voz de alerta la ha dado Manuel Martínez Martínez, Doctor en historia y profesor de la Universidad de Almería. Este estudioso del pueblo gitano es el que ha criticado este proceso de beatificación basándose para ello en el libro de Manjón El gitano et ultra. Hojas de educación social et ultra del Ave María, publicado en 1921, donde se dice: "El gitano es un hombre y ciudadano en decadencia: lo es en la sangre, ideas, costumbres, instituciones, medios de vida y en todo su modo de ser, viviendo aparte de la sociedad culta y sin confundirse con ella". Una más de un libro repleto de afirmaciones polémicas.

Por ello, "se le considera como un inadaptado y no asimilable al modo de ser del mundo civilizado, respecto del cual es un extraño, un acivilizado, un ser extrasocial, una verruga que hasta ahora no ha podido extirparse", añade el presidente de la Unión Romaní.

"Reconozco que cuesta trabajo identificar a una persona culta, ilustrada, autor de más de diez obras de carácter pedagógico y de tres tratados de Derecho como autor de afirmaciones tan brutales como acusadoras", explica Ramírez-Heredia.

Otras afirmaciones de Manjón son que "la raza gitana es una raza eminentemente embustera y engañadora, hasta el punto de parecer en ella la mentira ingénita. Desde que nacen aprenden a mentir y hasta que mueren no cesan de engañar”.

"En el gitano predomina el individualismo más exagerado: las palabras humanidad, patria, religión, civilización, cultura y otras, carecen de sentido para él”, y "los gitanos tienen alma como nosotros, pero más animalizada o menos espiritualizada; tienen corazón, pero sin sacrificarse por ellos, pues a la sociedad toca mantenerlos, a ellos engendrarlos y explotarlos”, según el libro citado por Ramírez-Heredia.

El presidente de la Unión Romaní apunta que "unos iluminados quieren hacer santo a alguien que se esforzó en conseguir que los niños gitanos fueran a la escuela, lo que está muy bien, pero al mismo tiempo con la maldad de quien se considera superior y desprecia a su semejante".

En su libro, según Ramírez-Heredia, Manjón dice que los gitanos, "cuando saludan, piden; cuando no hay presencia de amo, toman; cuando toman, mienten; cuando vienen los guardias, huyen; y están más a gusto en chozas que en palacios, en cuevas que en casas, en el campo y la selva que en la ciudad".

"Son hombres que en todo han venido a menos, y esta pobreza o depauperación se ha hecho en ellos hereditaria", concluye Manjón en su obra, respecto a la que ha dado "la voz de alerta" Manuel Martínez Martínez, doctor en historia y profesor de la Universidad de Almería, subraya el presidente de la Unión Romaní

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