Las residencias de estudiantes están viviendo un boom en Granada importante. A la media docena abierta en los últimos años se le siguen uniendo proyectos nuevos en distintos puntos de la ciudad. Edificios innovadores y modernos que ofrecen las últimas comodidades a los estudiantes. Piscinas, gimnasios, pistas deportivas, zonas comunes,... todo un lujo para atraer a la amplia comunidad universitaria de Granada.

De hecho, parecen como hoteles para estudiantes. Y de ahí a ser un hotel real para turistas hay un paso. De hecho, ya se ha producido la primera petición en Granada para funcionar como residencia de estudiantes durante el curso y como hotel en los meses de verano o fechas de baja ocupación. Se trata de la residencia Bravo, que se construyó en el antiguo hospital de La Salud, frente a los Mondragones.

El Ayuntamiento de Granada puso el viernes en el tablón de anuncios para información pública la petición al área de licencias de la calificación ambiental de la empresa Bravo Granada SL para ampliación de permiso de residencia de estudiantes a establecimiento hotelero. 

En comunicación con la residencia, su directora, Triana Martínez, ha explicado que funcionan como residencia de estudiantes al uso de forma completa, pero que se puede contemplar el uso hotelero en periodos de vacaciones, para lo que necesitan la autorización legal. Con todo, no asegura que lo vayan a realizar pero si llega el caso quieren tenerlo todo previsto.

Son los primeros del grupo de residencias Bravo, que va a abrir en otros lugares de España, que contemplan este uso alternativo. Y los primeros también en Granada del resto de residencias de estudiantes.

"Nosotros ahora estamos llenos y para el próximo curso ya estamos al 50%. Funcionamos con una residencia al uso pero de cara al verano se podría contemplar ese funcionamiento de julio a agosto ya que en esas fechas no hay muchos estudiantes", asegura. La residencia tiene 264 habitaciones individuales, dobles o triples, con o sin terraza y en todas baño privado y espacio cocina con microondas y frigorífico. Además, comedor, tres terrazas al aire libre, gimnasio y varias zonas de estudio y de estar.

Y es que en lugar de estar cerrados, como ocurre en otras residencias, o con pocos estudiantes, y aprovechar para preparar las instalaciones para el nuevo curso, estando estas nuevas y en perfecto funcionamiento, se puede dar este uso puntual hotelero para seguir en funcionamiento o, por ejemplo, para campus de verano de estudiantes como se prevé en otras aperturas del grupo en el país.

La realidad es que hay cada vez más residencias en Granada y todavía quedan por abrir: en el PTS ha abierto una y está otra en obras y detrás de Hipercor ya se está terminando la obra de otra. Además, abrieron nuevas recientemente (2022) como esta de la Salud y otra en Camino de Ronda, además de en Cartuja y Chana. Casi 2.000 plazas nuevas entre todas. Y hay más en proyecto aunque todavía lejos de la fase de obras. En la Avenida de Argentinita 4 se está tramitando un cambio de uso de suelo en una parcela de equipamiento deportivo privado a privado residencial singular para un proyecto de residencia de estudiantes. También en el antiguo concesionario de la BMW en Camino de Ronda se empezaron los trámites urbanísticos para construir una residencia.  

Y es un negocio que aunque atiende a la demanda de la amplia comunidad universitaria de Granada, siendo esta una ciudad universitaria por excelencia para estudiantes que cursan aquí sus estudios o vienen de Erasmus, puede llegar a colapsar y por tanto hay que buscar desde ya opciones.

Antecedente polémico en Sevilla

Funcionar como residencia de estudiantes y como hotel no es nuevo en Andalucía. En Sevilla se vio este curso el primer precedente, en concreto en la zona de La Palmera. En 2022 saltó el caso de la residencia Xior, un proyecto que fue presentado como una residencia de estudiantes pero que empezó a ofrecer habitaciones en Booking, vendiéndose cercano a todo el centro turístico de Sevilla. 

De hecho, este uso no estaba autorizado y la información ocasionó una inspección de Policía y Medio Ambiente en una operación coordinada por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, que confirmó el uso turístico "no acorde con la licencia", por lo que se suspendió ese uso y se tomaron medidas disciplinarias. En ella se cumplía lo que los urbanistas llevan tiempo advirtiendo. Más pronto que tarde las residencias suplicarán el cambio formal de uso a hotelero, por eso el interés además en tener autorizado un aparcamiento subterráneo.