Emasagra, la empresa municipal de Abastecimiento y Saneamiento, participada por el Ayuntamiento de Granada e Hidralia, está centrando su estrategia en combatir la emergencia climática y la amenaza de la sequía para preservar el agua en la capital y en los municipios del Área Metropolitana donde opera. Impulsa, para ello, soluciones innovadoras y sostenibles basadas en la digitalización -con la apertura en 2022 del Centro de Inteligencia del Agua- , en la descarbonización y en el uso de energías renovables -con el objetivo de lograr la autosuficiencia energética en 2025- , y en la economía circular en la gestión del ciclo integral del agua.

Esa emergencia climática y la escasez hídrica que conlleva exigen un esfuerzo más, al margen del camino recorrido hasta el momento, para minimizar riesgos y salvar la disponibilidad y el acceso al recurso natural, cada vez más limitado en el escenario que vivimos.

Actualmente, según los datos en tiempo real del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Cuenca del Guadalquivir, en estos momentos, disponemos de menos de la mitad de los recursos superficiales en el Sistema Canales-Quéntar, del que nos abastecemos.

Centro de Dinapsis Granada.

Actualmente existe sólo una reserva de 39,8 hectómetros cúbicos de los 84,3 hectómetros cúbicos de capacidad, y continúan descendiendo ante la falta de lluvia de este otoño. Las adversidades climáticas, donde se combinan periodos de precipitaciones torrenciales con escasez, pone en guardia a Emasagra, que tiene que anticiparse a esa realidad.

Y la anticipación es clave. En la inauguración Simposio sobre el Agua celebrado días pasados en Granada, coordinado por la Asociación de Empresas de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Andalucía (ASA), la presidenta de Emasagra y alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, ya apuntó que es imprescindible fomentar la colaboración público-privada en materia de agua para hacer frente a las adversidades climáticas que amenazan a los territorios. Y esa colaboración se traduce en la necesidad de adaptar infraestructuras para lograr una Granada y un Área Metropolitana resilientes y sostenibles.

“Es fundamental un plan pero también infraestructuras e inversiones, donde el agua ocupe un lugar central en la política local, donde seamos capaces, tanto los gestores públicos como los privados, de tomar decisiones que anticipen respuestas contundentes a los desafíos ambientales y sociales de la actualidad y del futuro inmediato, porque la escasez hídrica es una preocupación social, cada vez más acuciante, y hay que garantizar la disponibilidad del recurso natural porque somos un servicio esencial”.

Juan Carlos Torres, director-gerente de Emasagra, recordó por su parte, durante su intervención en la Mesa Redonda ‘La Gobernanza del Agua’, en el mismo Simposio, que los porcentajes actuales de renovación de redes se sitúan en el 0,6%, lejos del 2% considerado como cifra óptima en los foros sobre gestión de activos y lo que claramente repercute en el envejecimiento de las instalaciones. “Así pues,estamos suponiendo que nuestras redes de distribución durarán ente 150 y 200 años y no están diseñadas para esa duración, lo que se traduce en más averías y afecciones para el servicio”, dijo el director-gerente de Emasagra.

La gestión del ciclo integral debe aportar valor social y preservar el agua como prioridad, un camino hacia una resiliencia hídrica y urbana que garantice un entorno saludable en Granada y su cinturón metropolitano. La apuesta pasa por emprender las mejoras necesarias en las instalaciones existentes -Emasagra gestiona la planta de potables de Lancha del Genil, la Biofactoría Sur y la Depuradora de los Vados- , reforzar su mantenimiento y canalizar inversiones que garanticen unas óptimas condiciones, eficiencia y eficacia, como por ejemplo en la modernización de redes o en la construcción de nuevas infraestructuras hídricas. En definitiva, tomar conciencia del papel clave del agua para frenar los efectos climáticos adversos y capitalizar la transformación hacia una Granada verde, inteligente, resiliente y sostenible.

Ejemplos de anticipación

La empresa municipal, colaborando con el Ayuntamiento de Granada y a través de la Fundación Biodiversidad, ya ha dado pasos firmes para captar fondos europeos que redunden en esa transformación. Uno de ellos es el proyecto del primer lago artificial o parque inundable que permitirá solventar el problema de inundaciones que sufren los vecinos de Bobadilla y, paralelamente, ayudará al mantenimiento de la Vega a través de la recarga de los acuíferos -que aprovecharán el excedente de posibles lluvias torrenciales- y la regeneración de flora y fauna.

El proyecto está incluido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado por la Unión Europea, los fondos conocidos como Next Generation y en el marco de la convocatoria realizada por la Fundación Biodiversidad. Granada ganará un espacio verde y de ocio y recibirá más de tres millones de euros de Europa.

La presidenta de Emasagra y alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, en la inauguración del Simposio del Agua.

Pero Emasagra lleva también tiempo apostando por la transformación digital de las operaciones y procesos en el ámbito del ciclo integral del agua. La constante innovación y el uso de herramientas digitales logran disminuir el impacto de la actividad sobre el medio ambiente y se ofrece a los ciudadanos un mejor servicio y un entorno más saludable.

El Centro de Inteligencia del Agua y de la Crisis Climática de Granada y Área Metropolitana, que acoge Dinapsis Granada, todo un referente en transformación digital, cuyo objetivo es consolidar la gestión del agua a nivel metropolitano y conseguir, como se está haciendo, una mayor eficiencia de los recursos hídricos, reduciendo pérdidas y fugas, y optimizando, en tiempo real y de forma sostenible, los servicios, con respuestas ágiles y con la garantía de la ciberseguridad en todo el proceso. Esta actividad centralizada permite el acceso a la misma a todos los municipios, con independencia de su tamaño.