Restauración y puesta a punto al Baño de Comares

En este espacio de La Alhambra no se ha intervenido desde principios del siglo XX

Este es el único lugar medieval islámico que se conserva prácticamente íntegro en Occidente.
Este es el único lugar medieval islámico que se conserva prácticamente íntegro en Occidente.
Belén Ortiz (Efe) Granada

17 de agosto 2014 - 01:00

El Baño de Comares de la Alhambra, el único medieval islámico que se conserva prácticamente íntegro en Occidente, será sometido a un proceso de restauración contra filtraciones y humedades en la primera intervención de envergadura en este espacio desde principios del siglo veinte.

La intervención, que el Patronato de la Alhambra y Generalife prevé empezar este mes, tiene como objetivo fundamental restaurar las bóvedas de la sala fría, templada y caliente para solucionar problemas de filtraciones y humedades provenientes de la cubierta de este singular baño.

Según explicó Francisco Lamolda, arquitecto conservador del Patronato de la Alhambra y Generalife, se trata de una obra "compleja" -quizá la de mayor envergadura desde la llevada a cabo en la fuente y el patio de los Leones entre 2006 y 2012- que cuenta con un presupuesto de 1.160.000 euros y un plazo de ejecución de 25 meses, según lo inicialmente proyectado.

La complejidad de la obra radica sobre todo en la ubicación del baño, situado en el "corazón" de la Alhambra, lo que dificulta el acceso. Ubicado entre los palacios de Comares y de los Leones, el baño de Comares está cerrado habitualmente al público por su estado de conservación y especial naturaleza, aunque sus estancias pueden visitarse en grupos guiados por especialistas.

Así seguirá siendo tras el proyecto de intervención al que será sometido dada la "fragilidad" de este espacio, cuyo origen se sitúa en torno a 1314 o 1325, aunque, como ocurrió con la mayoría de lugares de la Alhambra, luego fue objeto de reforma y adaptación por parte de los sultanes.

Algunas de las estancias de estos baños, como la sala de reposo ya han sido objeto de intervenciones en los últimos años, aunque desde principios del siglo XX no habían vuelto a ser objeto de una actuación de envergadura como la que se llevará a cabo desde este mes.

En concreto, los trabajos de restauración, que acometerá un equipo interdisciplinar coordinado con el servicio de conservación de la Alhambra, conllevarán la implantación de una nueva impermeabilización y la reposición del pavimento cerámica.

También se prevé restaurar las lucernas que iluminan y ventilan las bóvedas, "y diseñar una solución que permita que respiren los espacios y que los flujos de humedad se equilibren sin que entre agua como ahora mismo ocurre", afirmó Lamolda. En una primera fase se sustituirán morteros de cemento por otros de cal, una técnica más compatible con la conservación de la cerámica.

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