No hace mucho, Reyes Católicos era una calle desierta. En 2008 la que ahora es la arteria principal del comercio granadino -con permiso de Mesones y Recogidas-, estaba llena de locales vacíos. El cierre de decenas de comercios tradicionales dejó a la señorial vía semi abandonada, perdiendo lustre a medida que pasaban los días y se acumulaban los carteles de 'Se alquila' o 'Se vende'. Hasta que llegó Zara, la firma principal del Grupo Inditex, y las cosas comenzaron a cambiar.

Tras el desembarco del gigante textil, muchas otras marcas comenzaron a ver con buenos ojos el potencial comercial de la que casi se había convertido en una calle de paso. Bimba&Lola, Pull&Bear, Zara Home, Mango o H&M son algunas de las enseñas que se han encargado de hacer de Reyes Católicos el nuevo epicentro comercial de Granada. La transformación ha sido más que evidente, y ha posibilitado que otras tiendas sin un gran nombre detrás se hayan instalado, aprovechando el flujo de viandantes que ha ganado la calle.

El cambio continúa. Aunque todavía hay algunos locales vacíos, poco a poco se van ocupando todas las vacantes que dejó la crisis económica. Los últimos en llegar han elevado todavía más el caché de la vía. El año pasado, la marca de cosméticos Mac -que hasta ese momento sólo tenía corners en El Corte Inglés- decidió abrir su primera tienda propia en el centro, justo enfrente de la Plaza del Carmen. También desde el conocido centro comercial ha llegado Sephora, que abrió en el mes de julio un local junto a H&M, incrementando la oferta de cosmética y belleza a la que pueden acceder los granadinos.

La última incorporación de Reyes Católicos está más cercana al mercado de 'semi lujo' que hasta ahora copaban Bimba&Lola y Uterqüe. Los carteles de Tous ya ocupan los escaparates del local que originalmente perteneció a Levi's y que durante un tiempo ha albergado la tienda de Sprit.

El renacer de Reyes Católicos contrasta, sin embargo, con la situación que están soportando otras calles del centro. Zacatín, por ejemplo, a pesar de ser una de las calles de la Milla de Oro ha sufrido últimamente el cierre de varios comercios y negocios de restauración que ha dejado varios locales vacíos.