Robos de hijos, arreglos en las mancebías municipales y el testimonio de las voces silenciadas de mujeres y minorías son algunas de las historias que gracias a la labor del Archivo Histórico de Protocolos están siendo digitalizadas con motivo del quinto centenario de la fundación de la Universidad de Granada (1531). Como explica Amalia García, archivera del Archivo Histórico de Protocolos de Granada y coordinadora de este proyecto, uno de los objetivos principales de la iniciativa es dar visibilidad a escritos notariales que tienen un alto valor documental ya que, entre otras cosas, permiten conocer realidades sociales y culturales que históricamente no trascendieron.

Detalla que, para ello, están digitalizando 35 protocolos -es decir, el conjunto de documentos que han pasado ante un notario a lo largo de un año- que se fecharon entre 1502 y 1531. "Estos protocolos recogen todos los estratos sociales. Te encuentras aquí esos mercaderes genoveses que tienen dinero para construir magníficas casas señoriales y que están comerciando con la seda. Te encuentras a la nobleza, gente que hoy sería clase media -comerciantes, tejedores-, pero también minorías marginadas, esclavos o uno que es pobre y hace un testamento para pedir que, por favor, le digan una misa por su alma cuando muera", cuenta mientras sostiene entre sus manos uno de estos grandes libros. Añade que junto a estos 35 protocolos están digitalizando un documento de gran valor: un libro de registro de actuaciones judiciales del alcalde mayor en primera instancia (1502-1514), una "verdadera joya" que, por su cronología, acerca al mundo de la Justicia antes de la llegada a Granada en 1505 de la Chancillería, el órgano judicial que establecieron los Reyes Católicos en la capital granadina.

De ajustes de cuentas a operaciones médicas

Amalia García y Manuel Prados.

Algunas de los documentos que recogen los protocolos que están digitalizando son, por ejemplo, uno fechado en julio de 1512 según el cual un albañil es contratado para la edificación y reparación de las casas de la mancebía de la ciudad, u otro que data de abril de 1515, en el que una mujer le otorga su poder a Pedro de Jérez, del correo mayor, para que su marido le entregue a Jérez su hijo de diez meses, a quien el padre se llevó sin el consentimiento de la madre.

Textualmente, otro de los protocolos que están digitalizando dice: "1515, diciembre, 15. Quéntar (Granada). Francisco de Soria, escribano público de Granada, levanta acta de cómo en Quéntar unos cirujanos hicieron la circuncisión a Pedro Talha por estar enfermo de cáncer".

"1517, diciembre, 10. Granada. Ante los receptores de la renta de la hagüela, se presentaron Pedro Duba (antes Hamed), vecino en dicha ciudad en la colación de San Mateo, diciendo que de los 50.000 maravedíes, por 5.000 de prometido cada año, que Alonso Alaxeb y Alonso Halaf tienen puesto el baño del Albaicín, perteneciente a la hagüela, ellos pujan 300 reales al año, para los años 1518 y 1519, y lo ponen en 60.200 maravedíes al año, todo ello bajo ciertas condiciones", recoge otro de ellos.

Un escáner aéreo para digitalizar los protocolos

Como precisa la archivera, el trabajo técnico lo está realizando Scanea2, una empresa que ha trabajado en ocasiones anteriores para el Colegio Notarial de Andalucía.

Según explica a EFE el técnico en digitalización Javier Prados, para llevar a cabo el proceso de digitalización utilizan una máquina que dispone de un escáner aéreo en el que se encuentra la cámara con la que se realizan las fotografías.

Además, bajo los libros hay una balanza que permite calibrarlos conforme se pasan las páginas.

Sentado frente a este aparato -que está colocado sobre una mesa dentro del propio Archivo de Protocolos de Granada- añade que una vez que se ha hecho la fotografía, se recorta en un programa informático en el ordenador.

Conservar los protocolos y acercarlos a investigadores y curiosos

Otro de los objetivos de esta iniciativa es la preservación de los documentos, ya que, una vez digitalizados, los investigadores y los interesados en el contenido de los protocolos no tendrán que tocar físicamente los libros, sino que consultarán directamente las fotografías.

La archivera cuenta que el perfil de las personas que se interesan por estos documentos es diverso.

Además de investigadores de la universidad, hay personas que acuden al archivo en búsqueda de sus antepasados porque, por ejemplo, están haciendo su árbol genealógico familiar.

Añade que hay también profesores de historia del arte que están analizando un escultor o un arquitecto en concreto; estudiantes de farmacia, porque en los protocolos hay inventarios de boticas, o de medicina, ya que hay numerosas referencias a operaciones.

Según indica la coordinadora del proyecto, en 2026 expondrán los documentos en el Archivo Histórico de Protocolos de Granada y se organizarán visitas guiadas para que los interesados puedan conocer de primera mano estos documentos históricos.