Romanticismo y cultura morisca en el Carmen de Abén Humeya

En pleno corazón del Albaicín, en un conjunto de casas de la época nazarí de los siglos XIV y XV, se encuentra el restaurante Carmen de Abén Humeya, nombrado en 2014 el quinto establecimiento más romántico del mundo por la guía gastronómica Zagat. La impresionante panorámica de la Alhambra y los tranquilos jardines moriscos escalonados del carmen -declarado Monument World Found por la Unesco- enamoran tanto a los turistas como a los comensales locales.

En el Abén Humeya, todo está pensado para pasar un almuerzo o cena con encanto. Su especialidad son las parejas y los grupos reducidos, apostando por una atmósfera sosegada y un servicio discreto, poco intrusivo y abierto a las peticiones especiales de los clientes como valor añadido, según explica Pablo Saldarriaga, gerente del restaurante. De hecho, no son pocas las personas que recordarán el establecimiento como el lugar donde se dieron el "Sí quiero", sobre un torreón de la alcazaba Cadima del siglo XI y con el palacio rojo como único testigo.

Como acompañamiento a estas experiencias inolvidables, la cocina del Abén Humeya, con Rubén García al frente, actualiza la gastronomía tradicional andaluza con las últimas técnicas culinarias. Berenjenas fritas con panco, miso dulce y crujiente de miel; sopa de ajoblanco con toques tropicales; milhojas de ternera con verduras gratinadas al horno; o carpaccio de rabo de toro son algunos de los platos que integran la carta del restaurante, servida ininterrumpidamente de 12 a 24 horas todos los días de la semana.

Destaca también su peculiar maridaje, donde la gastronomía y la cultura morisca fluyen en armonía. El Carmen de Abén Humeya es también la sede de la Fundación Carlos Ballesta, creada en 2010 por el cirujano granadino que le da nombre para difundir la historia y cultura de esta época. Si bien el restaurante organiza actividades culturales, como talleres o debates, en unos meses arrancarán las rutas guiadas por los jardines, como aperitivo a la apertura del museo en verano, en el que, comensales y visitantes podrán conocer cómo vivían sus antepasados y contemplar una colección de piezas de gran valor, según adelanta la responsable de la fundación, Ángela Ballesta.