El delegado Territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Fernando Egea, acompañado del abad y delegado de Patrimonio de la archidiócesis, Antonio Fernández Siles, ha visitado la Abadía para comprobar el resultado de los trabajos de restauración del tapiz basado en la figura del Rey Ezequías pesando los tesoros que ha finalizado con un gran éxito.

Un equipo de restauradores liderado por Teresa del Pino ha dado por concluidos los trabajos, tras doce meses, para los que la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte ha aportado el 80% del coste, en total, 25.000 euros de los 31.000 euros del presupuesto total del proyecto.

Fernando Egea se ha mostrado satisfecho con la intervención, así como con el esfuerzo que viene realizando la Fundación del monumento para la recuperación del patrimonio histórico. “Son muchos años los que se lleva trabajando sin pausa en este proyecto, y ahora empiezan a verse los primeros resultados del patrimonio de la Abadía, que sin duda, y por derecho propio, va a acabar siendo uno de los grandes atractivos de la capital” ha afirmado. Esta es la única actuación en textil que se ha afrontado en la provincia de Granada con este tipo de ayudas y una de las pocas que se han llevado a cabo en toda la Comunidad Autónoma.

El tapiz, con unas dimensiones de 3,20 x 3,5 metros está realizado en seda, lino y lana, y fue ejecutado en Bruselas-Brabante entre 1550 y 1571, donado por el Arzobispo Pedro de Castro, dentro de una colección de 5 tapices. Su posible autor fue Michiel Coicie.

Esta colección llegó hasta la Abadía del Sacromonte cuando Castro fue nombrado Arzobispo de Granada. Posteriormente, su traslado a la capital sevillana conllevó también el traslado de los tapices. Si bien ya los había donado a la Abadía en vida, por lo que tras su muerte fueron reclamados y devueltos.

En la composición del tapiz, el rey Ezequías aparece como personaje central, ataviado con una armadura de color rojizo, una toga azulada sobre los hombros y sandalias de estilo romano decoradas con la cabeza de un león. Delante, dos hombres manejan