Granada

SOS Racismo se queda sin sede

  • La ONG, que tiene su oficina de información y denuncias en Solarillo de Gracia, será desahuciada el 17 de enero por falta de recursos para afrontar el alquiler · Pide un rincón provisional o un local en desuso donde trabajar

La situación económica que atraviesa SOS Racismo Granada ha situado a la ONG contra las cuerdas: el pasado 15 de diciembre, la organización se enfrentó al juicio de desahucio del local en el que se ubica su sede física. El alzamiento está previsto para el próximo 17 de enero y la organización, que se ubica en una pequeña oficina de la calle Solarillo de Gracia desde el año 2007, tendrá que abandonar este espacio de forma inminente sin que, de momento, tenga otro lugar en el que ejercer su trabajo.

Según explica el presidente de la ONG en Granada, José María Viteri, desde hace cuatro años han ocupado este espacio en régimen de alquiler. "El contrato dice que se trata de un local comercial pero en realidad no lo es. Se trata de un espacio muy pequeño por el que pagábamos unos 400 euros al mes", asegura.

El responsable precisa que, además, el contrato estaba firmado por una persona que no representaba a SOS Racismo, por lo que cuando éste venció, en diciembre de 2009, intentaron negociar con el dueño un nuevo contrato, ya que el local "no reunía condiciones". Pero no sirvió de nada.

Desde entonces, SOS Racismo ha estado sin contrato y tratando de negociar una demora en el pago del alquiler, ya que "la situación económica es muy mala", hasta el punto de "financiar los proyectos con recursos propios". Pero el propietario no accedió porque quería cobrar su dinero. En total, la ONG le debe siete mensualidades.

Tal y como explica Viteri, tener una sede física es importante para la organización, cuyo proyecto está declarado de interés general por la Junta de Andalucía y por la UE.

Y es que la oficina de información y denuncia recibe diariamente a gente que ha sido víctima o testigo de agresiones o discrimaciones y que necesitan un sitio de referencia. De hecho, la organización cuenta con dos personas contratadas, una administrativa y una abogada que ahora no tendrán dónde atender a los usuarios.

Además, SOS Racismo cuenta con voluntarios que mantienen reuniones de coordinación, al tiempo que recibe a instituciones interesadas en realizar estudios. La organización, por otra parte, prepara continuamente programas, proyectos y campañas. De hecho, ahora estaba previsto que la campaña Aquí vivo, aquí voto tomara fuerza.

El presidente asegura que diariamenete pasan por la sede "una media de diez a quince visitas entre personas e instituciones". Por eso, SOS Racismo necesita un espacio, "un rincón con una mesa para que se sienten las trabajadoras y puedan recibir a la gente". La ONG no pide mucho más; apenas un teléfono y un ordenador, ya que el resto de la estructura podría deslocalizarse. Pero, en cualquier caso, la oficina es la piedra angular de las acciones de denuncia de SOS Racismo en Granada.

La organización solidaria se encuentra en una situación económica que no le permite alquilar una nueva sede. Por ello, SOS Racismo pide una "acogida provisional en alguna sede o bien la cesión de algún local en desuso", tal y como ha informado la organización a través de una red social.

"No confío en la suerte, sino en el trabajo diario y en la solidaridad. Este es un problema nuestro que afrontaremos, es nuestra responsabilidad buscar un espacio", concluyó el presidente del colectivo en Granada.

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