Sajárov, el científico que precipitó el final de la Guerra fría

El próximo 21 de mayo se cumplen 100 años de nacimiento de Andréi Sájarov, premio Nobel de la Paz y creador de la bomba hidrógena. ¿Cómo se puede explicar que este científico, que colaboró en la fabricación del arma más mortífera de la historia de la humanidad acabase dando nombre al prestigioso premio a la Libertad de Conciencia que concede el Parlamento Europeo?

Andréi Sájarov tuvo una carrera como científico que podríamos calificar de vertiginosa. Con tan solo 26 años se doctoró en Ciencias y a los a los 32 años fue nombrado académico de la Academia de Ciencia de la URSS, la institución más prestigiosa en el ámbito científico del país, lo que deja a las claras su valía como físico nuclear. Eso le llevó a participar, a partir de 1948, en proyectos de máxima seguridad nacional en el ámbito de las armas nucleares; con ello la Unión Soviética se convirtió en la primera potencia nuclear del mundo al lograr lanzar por primera vez una bomba de hidrógeno, gracias a la aportación decisiva de Sájarov.

Pero este joven científico, que llegó a ser el más condecorado del país, resultó ser un intelectual con inquietudes de vocación humanista y liberal. Su profundo conocimiento del poder destructivo de esta arma letal le permitió concienciar a los dirigentes de la URSS del impacto que un arma de estas características podía tener sobre el planeta Tierra. Tras la muerte de Stalin y coincidiendo con la presidencia de Jrushchiov, en el periodo conocido como “el Deshielo”, Andréi Sájarov empezó a divulgar abiertamente los peligros que podía implicar una guerra nuclear, tanto por la contaminación radiactiva asociada como porque su uso podía derivar en la destrucción de las superpotencias implicadas y, por extensión, de toda la Humanidad. En este sentido, Andréi Sájarov jugó un papel central en la preparación y la firma del “Tratado de prohibición parcial de ensayos nucleares”, ratificado en 1963 por 113 países del mundo. Con posterioridad, promovió la firma de un acuerdo bilateral entre la URSS y los EEUU para suprimir el uso de misiles nucleares.

En 1968 redactó un documento que conmocionó a la prensa internacional y cuya difusión se prohibió en la URSS. Bajo el título 'Progreso, coexistencia pacífica y libertad intelectual' puso de manifiesto la necesidad de establecer una colaboración internacional a todos los niveles por el bien de la Humanidad, al tiempo que advirtió de los posibles riesgos que implicaría el desarrollo de esta tecnología, e hizo sugerencias de cara a su aprovechamiento con fines pacíficos y en aras del progreso común.

Entre sus tesis de trabajo, que siguen estando de plena actualidad, cabe destacar la siguiente:

“La civilización está amenazada por una guerra termonuclear total, por la catástrofe del hambre debido al crecimiento del género humano, por la intoxicación producida por la “cultura de masas” y por el dogmatismo burocrático , por la explosión de los mitos de masas que dejan a continentes y pueblos enteros a la merced de demagogos crueles y de impostores, y por la destrucción y degeneración del ambiente natural , debida a las imprevisibles consecuencias de los rápidos cambios que se introducen en las condiciones de vida de nuestro planeta.”

Andréi Sájarov llama a la cooperación de todos —países y sus dirigentes, científicos e intelectuales— para lograr una justicia social y libertad intelectual. Rechaza cualquier forma de extremismo: “racismo, fascismo, estalinismo o maoísmo” de dogmatismo o de discriminación, sean del signo que sean. Además, más allá de las ideologías imperantes, advierte sobre el “opio de la cultura de masas” y de los peligros de una sociedad utilitaria y consumista. Destaca los efectos potencialmente perniciosos de la centralización de la educación y aboga por una formación más personalizada en torno al individuo y sus capacidades. El camino de progreso, según Sájarov, pasa por el acercamiento del capitalismo y el socialismo en una evolución pacífica de los países de ambos bloques en la búsqueda de la madurez del género humano.

En definitiva, podemos afirmar que los planteamientos de Sájarov están hoy más vigentes que nunca. Fue, sin duda alguna, un científico de amplitud de miras, aunque en ocasiones adoleciera de cierta ingenuidad. No obstante, su papel en la desescalada de ese enfrentamiento secular entre la Unión Soviética y los Estados Unidos es indiscutible; como lo fue también en la democratización de la URSS, incluso antes de que irrumpiera la perestroika tambaleando los cimientos del régimen soviético. Su legado ha dejado una huella indeleble en lo que hoy consideramos Civilización occidental.

Con este motivo, el Centro Ruso, el Instituto de Migraciones y el Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada organizan la conferencia “Andréi Sájarov: 100 años de nacimiento” que será impartida por Carmen Claudin. Carmen Claudín es investigadora sénior asociada de CIDOB, (Barcelona Centre for International Affairs) y experta en la política interna y exterior de Rusia y Ucrania, los conflictos en el espacio postsoviético y los procesos de reforma en las sociedades postsoviéticas. La conferencia tendrá lugar el 20 de mayo de 2021 a las 19:00 en la Sala de Conferencias de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada. Asistencia libre hasta completar el aforo. Para más información, consulten la página web del Centro Ruso UGR.