Salobreña, capital del rol

Abogados, psicológos, profesores, estudiantes… Todos ellos se han dado cita en las Jornadas Salambina, una convocatoria que no podían rechazar, pues aunque pertenecen a 'mundos' distintos, cuando se les habla de que a través de un tablero se pueden convertir en espías, astronautas o caballeros, sus pupilas se iluminan. Son los apasionados de los juegos de rol, que en un número superior a 400 se han desplazado de distintos lugares de Andalucía, sobre todo, pero también de otros puntos de Extremadura o Murcia, para compartir un fin de semana practicando su hobbie favorito, en compañía de otras personas que también tienen sus mismos gustos.

Los organizadores de estas jornadas son el Ayuntamiento de Salobreña, que ha cedido el uso del CEIP Mayor Zaragoza y el polideportivo para el alojamiento, y los clubes Corvus Corax de Motril, Zona Zero de la provincia de Málaga y Ludere Aude de Almería.

Las jornadas dieron comienzo el viernes, a partir de las 10 de la mañana, y finalizaron ayer, a las 17:00 horas, con la ceremonia de clausura y la entrega de premios. Después, cada uno de los participantes volvió a su lugar de origen, pues muchos tienen que trabaja hoy. El evento ha aumentado considerablemente el número de participantes este año.

Vestidos con camisetas de distintos colores, los participantes estaban muy satisfechos del encuentro de Salobreña, pero de cara a la sociedad en general se quejaban de la mala fama que persigue a los jugadores de rol. "Se nos suele tachar de friquis, cuando en otros ámbitos, cuando pasa algún suceso no se cuestiona a todo el colectivo, sino si una persona en concreto está trastornada", comenta una de estas aficionadas, que es abogada, pero que reconoce que prefiere mantener su anonimato pues su afición podría llegar a afectar a su profesión.

Sara, Javier y Alberto coinciden con ella en que la realidad no tiene que ver nada con la imagen que se tiene de ellos. Dicen que tienen en común que les gusta leer, investigar, pero que tienen de todas las edades, pues hay padres con hijos, y que se suelen aficionar desde los 14 y practicar hasta más de los 50 o "hasta que la gente quiera seguir soñando".

Jaime Torres, el coordinador del evento, explica que las jornadas en Salobreña surgieron de un grupo de amigos que estaban relacionados con la Villa, con la intención de hacer algo pequeño, y que ha ayudado bastante que se haya contado con el apoyo incondicional del Ayuntamiento.

Torres explica que no sólo es que los juegos de rol no sean peligrosos, sino que se está recomendando cada vez más para los niños en los colegios para desarrollar la imaginación, el lenguaje o relacionarse con otras personas. "Es un teatro en el que una persona crea una especie de universo y la gente interactúa". Además, incide en que también se aprenden valores, pues un personaje puede sacrificarse por otro o ayudarle en la aventura imaginaria.

Para demostrarlo, han llevado a cabo en esta edición también la operación Salambikilo, que consiste en que los participantes donen un kilo de comida de manera voluntaria y desinteresada que irá destinada al Banco de Alimentos. En total, unos cien kilos han sido en tres días donados y comprados entre todas las tiendas de Salobreña, superando todas las expectativas de otros años.

Estas jornadas se han centrado en los juegos de rol de mesa, aunque también ha habido todo tipo de actividades, como partidas en vivo, miniaturas, cartas, juegos de mesa, talleres, ludoteca o charlas. Los espacios en los que se ha desarrollado han sido tanto en las aulas interiores como en los patios exteriores, mientras que los juegos han sido donados durante estos días por particulares y tiendas, que luego les han sido devueltos.