La Consejería de Salud ha abierto una investigación para esclarecer la muerte el domingo de un vecino de Ogíjares de 40 años, Carlos C.C., y su relación con el consumo de zumo de noni, un jugo tropical que se comercializa en herbolarios y por internet como elixir de la belleza, salud y juventud. Otro miembro de la familia resultó también afectado pero levemente.

Al parecer, el hombre era consumidor habitual de zumo de noni, que tomaba de su herbolario proveedor habitual con una fórmula que mezcla el extracto de noni con el de uva y arándano para darle mejor sabor. "En esta ocasión parece que ingirió la versión concentrada del jugo, que la familia no sabe cómo adquirió", explicó la jefa de Salud Pública de la Delegación Provincial, Isabel Marín. De hecho, la mujer tomó un poco pero al no gustarle el sabor -concentrado sabe bastante mal- no tomó más.

Según Salud, "el 061 fue al domicilio y nos remitió el aviso de intoxicación. Previamente había estado una ambulancia del centro de salud de La Zubia, que es la que atiende los domingos a Ogíjares". La primera llamada fue a las 11.06, cuando se envió a la ambulancia del centro de salud. En una segunda llamada a las 11.26 se mandó a la UVI móvil, que llegó a las 11.37.

Tras tomar el zumo en el desayuno comenzaron a notar malestar como hormigueo en la boca, visión borrosa, y el hombre, que tomó más cantidad, comenzó con parálisis muscular y otros síntomas hasta su fallecimiento.

El juez y el forense remitieron a Salud el informe inicial de la autopsia, que barajaba un shock anafiláctico (reacción) o una intoxicación por el consumo de zumo, extremo que tiene que aclarar el examen toxicológico que se está realizando, que determinará la sustancia causante de la muerte. "Con todo tenemos que ser prudentes porque aún no está relacionada la muerte directamente con el zumo", explicó Marín.

Tras conocer el fallecimiento la Consejería alertó para la localización e inmovilización del producto de forma cautelar y notificó el caso a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria. Así, se está investigando el lote del zumo, que en este caso estaba distribuido por una empresa mexicana: Morinda INC.

Hasta ahora no se ha encontrado establecimientos que comercialicen el jugo de la empresa en cuestión, que sólo vende en internet. En la red existen múltiples páginas que venden el zumo de noni en botellas de un litro y que viene a costar unos 50 euros.

La botella de la que bebió el fallecido incluía la denominación Jugo de Noni Tahitian Noni. En el etiquetado aparecía información sobre el origen del producto, "hecho en EUA por Morinda INC" e importado por Morinda Internacional México. Lo que fue imposible de conocer fue el número de lote y la fecha de caducidad, que eran ilegibles. "Lo que está claro es que la botella no cumplía con la norma española de etiquetado ya que estaba en inglés".

El envase contenía los datos primitivos de la empresa, que nació como Morinda Internacional en 1996 pero que ahora se llama Tahitian Noni INC. Ocupa el 95 por ciento de la cuota de mercado y fue la primera en tener autorización para comercializar en Europa.