El alcalde de Granada, Luis Salvador, que se ha quedado con un solo concejal en el gobierno, tras la ruptura del pacto bipartido por parte de sus socios del PP, mantiene el tipo con un aviso a navegantes: tiene el apoyo de su dirección nacional, que a su vez recuerda a los populares su papel como sostén en más de 200 ayuntamientos de España, especialmente en ciudades como Madrid, Málaga, Alicante o Zaragoza. 

Aunque Ciudadanos está en horas bajas por sus últimos resultados electorales, hoy por hoy es el socio de gobierno del PP en cientos de ayuntamientos, algunos de ellos tan cruciales como la capital de España. Y en el caso del municipalismo la solución para el PP no es tan fácil como lo ha sido para Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, dado que no se pueden convocar elecciones antes de tiempo.

Luis Salvador es consciente de esto, sabe que el PP sigue necesitando a Cs en muchos ayuntamientos, al menos hasta 2023, y se aferra a esta advertencia. Alude a un apoyo de la dirección nacional de su partido que por el momento nadie ha desmentido. Al contrario, todos los líderes, incluida Inés Arrimadas, se han pronunciado en el mismo sentido. También Juan Marín lo ha hecho, pese a su delicada situación como vicepresidente de la Junta de Andalucía.  

Luis Salvador saluda a Juanma Moreno en la presentación del Anuario del Grupo Joly

Estos últimos días, el alcalde de Granada ha llegada a decir públicamente que su partido podría jugar la baza de Begoña Villacís en Madrid, que actualmente apoya al alcalde José Luis Martínez Almeida. Salvador recuerda que también la concejal de Cs en la capital de España podría exigir ahora una alternancia en el poder, como le piden a él los miembros del PP de Granada para que deje la Alcaldía y les ceda a ellos la máxima autoridad. 

Lo que sí parece claro es que por el momento Salvador aguanta, está articulando un reparto de tareas con el apoyo de medio centenar de técnicos directivos del Ayuntamiento, y al menos está dispuesto a resistir "algunas semanas". Pretende centrar el foco en la "irresponsabilidad" del PP, por abandonar sus despachos e "irse a casa". Es evidente que el alcalde de Granada está resistiendo bajo la consigna de mantener el pulso al PP dentro y fuera de la ciudad, por las consecuencias que esta ruptura pueda tener en la estrategia nacional de su partido.