San Agustín, de verde oliva

Pese a los problemas por los que ha atravesado el mercado de San Agustín y después de los traspiés en el infructuoso proyecto Gourmet, aun quedan emprendedores que confían en el potencial de este espacio situado en pleno centro de la ciudad de Granada.

La 'oleoteca' el Olivar Granadino, abrió hace nueve meses y trabajan exclusivamente con los productores de la tierra de aceite de oliva virgen extra. Ahora mismo, tienen productos de 15 de las 127 almazaras que hay en la provincia. El camino es largo, y según comenta uno de sus fundadores, José Luis Rodríguez Ferrol, quieren llegar a trabajar con "todos los productores de la provincia", y les gustaría "poder llegar a todas las almazaras que hay en Granada para que puedan presentar sus productos y que la gente comience a conocer todo lo que se hace en la provincia, que no es poco".

El Olivar Granadino organizó ayer por la tarde una degustación del producto de la marca Quaryat de Dílar. El mercado de San Agustín, que casi besa la Catedral, ofrece productos de la tierra y con iniciativas como la de ayer este espacio puede dejar atrás su historia negra. En San Agustín reina ahora mismo una atmósfera que puede invitar al optimismo: cada mañana se puede observar tanto a los vecinos del barrio, como a visitantes que se ven atraídos por la magia de los mercados tradicionales. Éstos son espacios de reclamo tanto para el turista como el ciudadano, no hay más que echar un vistazo a ciudades como Madrid, Málaga o Barcelona, que los explotan y adaptan a las necesidades fluctuantes de la sociedad.

Desde el Olivar Granadino confían en que este mercado cobre vida de nuevo, ya que como explica José Luis "las ventas incrementan cada día, pese a que el mercado no está pasando por su mejor momento".

Esta 'oleoteca', que por ahora es la única de su especie en la ciudad, ofrece a sus clientes una variada selección de los aceites de oliva virgen extra de nuestra provincia. "No vendemos aceite de oliva que no sea de Granada", explica José Luis Rodríguez, que completa subrayando su intención de "poner el valor la marca del aceite de oliva de la provincia de Granada, que pese a ser muy buena, no está tan reconocida como las de Jaén o Córdoba".

El prestigio es algo que se gana, y estos emprendedores se están ocupando de poner al aceite de oliva de esta provincia donde merece. "Los aceites de la tierra son bastante menos conocidos, y lo constatamos cada día en nuestra tienda. Los clientes se quedan sorprendidos cuando les contamos todas las variedades de aceite existen en esta provincia".

Lo que no se conoce en la calle, es que Granada, por su especial orografía tiene una diversidad de aceite que no tiene ni Córdoba ni Jaén, y además tiene dos tipos de aceites de oliva que no existen en ninguna otra parte del mundo, que son el loaime y el lucio. Y es que uno de los pecados de esta ciudad es no saborear sus mejores frutos. Como cuenta José Luis, sus principales clientes con turistas extranjeros y nacionales, que quieren llevarse de vuelta a casa el principal ingrediente de la dieta mediterránea, una herencia cultural de altura de las que pocas tierras pueden presumir.

En su establecimiento ofrecen las más exquisitas variedades de este oro verde, tanto monovarietales como multivarietales, entre los más conocidos se encuentran el picual, loaime, lucio, lechín, hojiblanca, arbequina o el negrilla de Iznalloz. Otra cuestión importante es que esta provincia cuenta con dos denominaciones de origen de este producto, la de Poniente y la de los Montes Orientales, punto a tener muy en cuenta ya que Granada es la provincia que se sitúa como tercer productor en importancia de todo el país.

Otro proyecto que plantean desde esta tienda es desarrollar el 'oleoturismo', "para mostrar cómo se trabaja en las distintas almazaras" y que el visitante vea directamente cómo el fruto se convierte en arte, y además trabajar con los touroperadores para que muestren el mercado de San Agustín en sus guías de Granada.