Tras años espera para la redacción del Plan Director de reforma y el visto bueno de Cultura, por fin la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ha podido dar el primer paso del proceso de restauración del histórico edificio. El inicio, que se enmarca en una primera fase del Plan Director para llevar a cabo las intervenciones de emergencia, se ha centrado en los lienzos que cuelgan del primer patio del Hospital San Juan de Dios. Ya se ha comenzado con el descuelgue de las obras para su posterior tratamiento. En concreto, según explicó ayer la orden, las acciones que se están ejecutando son el desmontaje de las obras de su ubicación actual por personal especializado. Tras la limpieza de las obras se llevará a cabo un diagnóstico del estado de su conservación a fin de obtener las recomendaciones oportunas y proceder a su embalaje.

Las acciones se llevarán a cabo en el primer patio del Hospital donde se sitúan 27 lienzos firmados por Diego Sánchez Sarabia, salvo uno que es de Pedro de Raxis. Estas obras muestran diferentes escenas tanto de la vida de San Juan de Dios como de la historia de la orden.

El gerente, Manuel Liñán, ha aclarado que esta primera actuación se limitará a la retirada, limpieza y almacenaje de las obras para abordar la rehabilitación del primer patio. "Se trata sólo de una restauración superficial para quitar el polvo, los restos de la palomas... pero es un paso imprescindible para las futuras intervenciones", que se empezarán a llevar a cabo después del verano.

El equipo de arquitectos encargados de elaborar el Plan Director de San Juan de Dios -María Luján, José Luis Jiménez, Fernando Acale y Jesús Noguera- ha tenido que plantear desde la cesión, en 2007, varias intervenciones de emergencia dado el grado de deterioro en el que se encontraba el inmueble. Entre las últimas, destaca la actuación en la fachada de Rector López Argüeta, afectada por problemas de vegetación.

Debido a la falta de labores de mantenimiento, se habían producido problemas como la saturación de las bajantes que, llenas de vegetación, no permitían la canalización del agua de las lluvias. Las bajantes de los patios sí habían sido objeto de varias intervenciones pero no las de la fachada, por lo que se vio muy afectadas por las lluvias.

El edificio ya había sido objeto de varias obras de emergencia: la primera, para la recogida de aguas pluviales. También se tuvieron que consolidar las pinturas de los patios y la escalera monumental del primer patio se tuvo que cerrar al público por el peligro de desprendimiento de la balaustrada debido a su deterioro.

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