Como en la más pura tradición de las comedias americanas de las fiestas estudiantiles, el centro de Granada se convirtió ayer en el escenario de una gran juerga universitaria. El decano de la Facultad de Medicina, Indalecio Sánchez-Montesinos, lo llevaba advirtiendo en las pantallas de su centro desde hace días: el programa de actos para celebrar San Lucas que cuenta con el visto bueno de la autoridad académica es el oficial. Ni más paseíllo por la ciudad, ni botellón, ni disfraces. Sólo un discurso de bienvenida, una lección de obstetricia, una entrega de medallas y unas placas. Pero un año más los alumnos volvieron a salirse con la suya y un día antes de que el calendario marque la festividad de San Lucas, con el decano de viaje en Sevilla, se realizó el tradicional bautizo de los novatos.

El rectorado recordaba ayer que las novatadas estaban prohibidas. El decanato de la Facultad aseguraba ayer que está haciendo un esfuerzo para suprimir la celebración 'alternativa' del patrón de Medicina. Pero los alumnos se lo pasaron a lo grande un año más. Los estudiantes de los cursos superiores recogieron de sus aulas a los de primero y emprendieron la tradicional procesión cívico-fiestera desde la Avenida de Madrid a la Plaza de Derecho.

Por más que las autoridades académicas se esfuercen en reconducir el tema, San Lucas se ha convertido ya en la primera cita del calendario estudiantil, que tiene vacaciones, periodos de exámenes y periodos de encierros pre-exámenes, pero también barrilada y fiestas de viajes de estudios.

La primera cita se saldó ayer sin incidentes, según fuentes de la Policía Local. Pero si sus agentes no tuvieron que intervenir por la mañana, los efectivos de Inagra encargados de limpiar la zona por donde pasó el lúdico cortejo tendrán que hacer hoy horas extras para recoger los restos de huevo, harina y leche con las que emborrizaron a los novatos.

Pero a simple vista nadie parecía contrario a estos actos de bautismo, ni los veteranos ni los novatos. Todo eran risas y sólo se distinguían porque unos iban disfrazados de Super Mario Bros y otros de médicos.

Al llegar a la Plaza de Derecho, el capitán del equipo fiestero disfrazado de princesa dio la bienvenida a los nuevos al curso académico lanzándose desde la estatua hasta el alegre alumnado que ayer amenazaba con ejercer la Medicina el día de mañana. La Facultad de Derecho tuvo que cerrar sus puertas para evitar males mayores hasta que los jóvenes se dispersaron por los bares cercanos o hasta el botellódromo, donde cada uno prolongó la inauguración según sus fuerzas y sus posibilidades.