Granada

San Lucas 'light'

  • Unos 600 estudiantes de Medicina dan por inaugurado el curso académico con un acto en el que, de nuevo, no hubo lanzamiento de comida bajo la amenaza de multa

Discretas mochilillas en la espalda y vasos de plástico con pajita. Fue el ligero equipaje con el que medio millar de estudiantes de la Facultad de Medicina dieron ayer la bienvenida a los novatos. Un año más, se prescindió del lanzamiento de huevos, harina, pintura y demás condimentos en una celebración que fue, ante todo, 'light'. Quien a mediodía de ayer anduviera por las inmediaciones de la antigua Facultad de Medicina -ahora rebautizado como Espacio V Centenario- no encontró ni el más mínimo indicio que diera a entender que allí mismo se había celebrado San Lucas.

Los alumnos del cuarto curso fueron, como manda la tradición, los encargados de organizar el festejo. Se prescindió de megáfonos, de música y del lanzamiento de comida, aunque sí hubo consumo de bebidas. Eso sí, moderado. La presencia policial -ya se les había advertido a los estudiantes- era evidente. Eran contadas las botellas que se pudieron ver durante la primera parte del acto de bienvenida a los borregos. A la hora fijada, once y media de la mañana, llegaron los 'borregos', los alumnos de primero, arropados por las añejas consignas y coros de sus compañeros mayores. "Uno, dos, tres, cuatro, queremos sangre de novato". Los organizadores habían decidido ambientar la jornada en el clásico de Disney La Bella y la Bestia. Ellos, disfrazados del engreído Gastón. Ellas, de la dulce Bella. En la escalinata de la antigua Medicina, el resto de personajes del cuento. Chip, las tres taberneras, Maurice, Lefou, el armario -que demostró sus dotes como cantante y se arrancó incluso con alguna 'pataíta'-, el inefable Din Don, la señora Potts y, por supuesto, la Bestia, el 'Lucas' de este año, elegido democráticamente entre sus compañeros para ejercer de líder durante la jornada. "El mío va a ser un discurso familiar, quiere ser un mensaje de ánimo y esperanza para los futuros médicos", adelantó la Bestia, que -como es habitual- no quiso dar su nombre. Destacó el "sentimiento humano" que subyace en la profesión de médico. Al mismo tiempo, defendió que todo lo previsto ayer en San Lucas era "legal".

Antes de la celebración se habían tramitado los pertinentes permisos, tanto para el recibimiento en Medicina como el discurso en la Plaza de la Universidad, frente a Derecho. Precisamente el interés en conservar esa parte de la tradición, según la Bestia, explica que la concentración se organizara en la antigua sede, en lugar de en la actual sede, en el Campus del PTS. "La tradición manda".

Después de la recepción, el medio millar de alumnos se dirigió a la placeta del Profesor Galdo Villegas. Los alumnos de los cursos superiores se apostaron a uno y otro lado de la rampa que salva el desnivel con la calle Girao Gea. Uno a uno, los novatos recorrieron el pasillo y fueron convenientemente pintarrajeados. No hubo más que ceras, rotuladores, esprays y alguna esponja empapada. "Se prepara con mucha ilusión", indicó Javier, alumno de cuarto. "Lo que intentamos es transmitir nuestra ilusión", aseguró el estudiante. Sobre la elección del disfraz, éste ahondó en el significado de la fábula para trasponer su significado a los estudios de Medicina. "Aunque parezca por fuera fea, es bella por dentro si sabes mirar".

Sobre las novatadas, este estudiante reconoció que "se echa mucho de menos". "Creen que lo hacemos por humillar, pero no es así. Es algo que crea vínculos, te relacionas...". Algunos alumnos de primer curso -convenientemente identificados con una B en la frente- pedían, de hecho, que se volviera a la tradición. "Ellos mismos quieren" ser embadurnados. Es más, los alumnos del segundo curso habían pedido que, en el caso de que hubiera permiso para lanzar comida, se les hiciera partícipes del ritual, que fue prohibido de forma contundente el pasado curso. Como el año pasado, se les advirtió a los alumnos que cualquier actividad que rompiera la "pacífica convivencia" acarrearía multas y eso fue suficiente. "Ha habido total normalidad", indicaron desde la Policía Local.

Tras la lectura del discurso en Derecho -donde se instaló un atril- los estudiantes se dirigieron a la plaza Albert Einstein, desde donde salieron en autobús con destino a un local de ocio del Área Metropolitana. La tradición manda.

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