Entrevista a Sandra Rodríguez | Concejal del Ayuntamiento de Granada

Sandra Rodríguez: "El miedo conduce a la ira, la ira al lado oscuro y te conviertes en Darth Vader, Olona o Abascal"

  • El pasado 1 de julio, día del Orgullo, la concejal prometió el cargo en Plaza del Carmen como la primera edil trans de la ciudad nazarí y, tal vez, la primera reconocida de Andalucía

Sandra Rodríguez Salas durante el transcurso de la entrevista en el Ayuntamiento de Granada

Sandra Rodríguez Salas durante el transcurso de la entrevista en el Ayuntamiento de Granada / Jesús Jiménez (Photographerssports)

- ¿Cómo se siente al ser la primera concejala trans de Granada y, seguramente, de Andalucía? Es mucha responsabilidad, ¿Cómo enfrenta esta situación?

- Pues verás, ser concejala de la ciudad en la que yo nací, hago mi vida y la que es mi tierra es una responsabilidad y una ilusión bastante grande. Responsabilidad, sobre todo, al ser una persona trans. Somos el colectivo más vituperado y maltratado de los que puede haber, sobre todo, pensando en los menores. Chicos, chicas y 'chiques' que vean que pueden ser trans y concejales, o lo que quieran ser. Ya tienen un referente, que cuando una persona no tiene referentes se siente el bicho más raro del mundo. Además, se da la circunstancia de que mi bisabuelo fue concejal de abastos en este mismo ayuntamiento, junto al último alcalde de la Segunda República, Fernández-Montesinos. Al igual que él, fue fusilado. Corrieron esa suerte por ser del Partido Socialista. Entonces, desde un punto de vista personal, familiar y activista, estar aquí para mí es muy significativo.

- Ha accedido a su cargo tras la triste fallecimiento del concejal José María Corpas ¿Cómo encara esta nueva etapa en la política institucional?

- Es una pena que José María Corpas se haya ido. Una pena no solo en lo político, sino también en lo personal. Era un hombre tremendamente bueno, aparte de una cabeza prodigiosa. La verdad que ha hecho un roto importante. Vengo a ocupar un puesto que está vacante, pero no a sustituirlo. No se puede sustituir a este hombre. Vengo a sumar y a colaborar en un momento en el que el tren está en marcha, pero con toda la voluntad de trabajar y formar parte de un equipo del que destacaría una cosa: que soluciona. Así que enfrento esta etapa con responsabilidad, honor y orgullo. 

- ¿Prometió su cargo el pasado 1 de julio, día del Orgullo, tenían intención de mandar un mensaje a la ciudadanía o tan solo fue casualidad?

- Fue casualidad. Fue una casualidad muy bonita, además, porque mi primer acto como concejala fue acudir a la manifestación del Orgullo y encabezarla. Antes de encabezar la marcha, le regalamos un ramo de flores a García Lorca y se lo dejamos en su estatua en Avenida Constitución. Fíjate que curioso que, cuando vamos por mitad de Gran Vía, una señora muy ofendida llegó con el ramo y nos lo dejó en las manos diciendo "¡Esto no se hace, esto es ofender!". Nos quedamos estupefactos. Una señora ofendida por dejarle un ramo de flores a García Lorca. Son esas cosas que te dicen que hay que seguir. La lucha por los derechos sociales no se puede parar. Si paras, retrocedes. Cuando se dé algo por conseguido, hay que mantenerlo, y cuesta mucho.

Quiero pensar que la mayoría de las personas que tienen esa manera tan fea de pensar de las personas LGTBI lo hacen desde el desconocimiento.  'Fobia', cuando hablamos de homofobia o transfobia, por ejemplo, no significa odio, sino miedo. Es lo que dicen en Star Wars: el miedo conduce a la ira, la ira al lado oscuro y te conviertes en Darth Vader, Macarena Olona o Santiago Abascal. Vendría a ser lo mismo. El odio es el último extremo de un proceso que empieza en el miedo. Se tiene miedo a lo diferente y a lo desconocido. Cuando los niños pequeños tienen miedo a la oscuridad, se combate con luz. Pues, al desconocimiento con información y educación.

Sandra Rodríguez Salas, concejal del Ayuntamiento de Granada Sandra Rodríguez Salas, concejal del Ayuntamiento de Granada

Sandra Rodríguez Salas, concejal del Ayuntamiento de Granada / Jesús Jiménez (Photographerssports)

- Ha accedido al cargo como simpatizante socialista y no como militante, ¿ha tenido a lo largo de los últimos años alguna discrepancia con la postura del PSOE respecto a la nueva Ley Trans o su postura hacia la transexualidad?

- El PSOE es un partido muy grande, hay muchas sensibilidades. Alguna tirantez hemos tenido, no te lo voy a negar. De hecho, soy independiente, pero me consta que el PSOE está tirando adelante con la Ley Trans. Es un orgullo poder decir eso del PSOE, mi partido, aunque yo ahora estoy como independiente. Confío en que podría volver a ser militante porque las disensiones se solucionan, que es lo que está pasando afortunadamente. 

- Tenemos casos dentro del colectivo, como el de Jedet, que parecen no estar muy contentos con cómo se está planteando la nueva Ley Trans ¿El camino que se ha seguido está bien o, por el contrario, se suma a esas críticas?

- El caso de Jedet ha sido una metedura de pata lamentable. Jedet es una chica trans que admiro, porque como activista es muy buena y se está labrando una carrera brillante. Tuvo unas palabras desafortunadas y ella misma grabó un vídeo pidiendo perdón.  Me gustaría algún día hablar con ella, me da muy buena impresión y me consta que no es transfóbica. Ella misma se autoexcluyó del pregón del Orgullo de Granada. No podíamos sustituirla, así que en lugar del pregón se hizo un acto precioso, homenaje al 'epente' García Lorca, por parte de Manuel Mateo. ¿Que hay disensiones internas? Pues claro, como en todos lados. ¿Que al final se llegará a una ley? Pues sí, ¿Qué será a gusto de todos? Bueno, las leyes se hacen según las necesidades de la sociedad de ese momento. En 2007 se dio un paso de gigante gracias a la Ley de Zapatero. Gracias a ella me llamo Sandra. Sin esa ley, no me podría haber cambiado el DNI. ¿Se podría mejorar? Pues sí, pero en 2007 eso fue un paso de gigante. Hemos seguido avanzando y se plantean nuevas necesidades.

- ¿Piensa que el nuevo proyecto de ley trans va a ser una secuela de la anterior o, por el contrario, debería tener un poco más de altura de miras?

- Todavía no me voy a pronunciar. Se tiene que debatir en sede parlamentaria, donde se modificará.  No vas a aprobar una ley para que luego otros la echen para atrás. Debe tener vocación de permanencia, tranquilidad, y ser un poquito didáctica. Fíjate, yo creo que ha faltado un poquito de pedagogía. Creo que ha faltado darle voz a las personas trans, desde la prensa, desde los medios y desde las instituciones. Han sobrado titulares gordos y ha faltado hilar fino. Ha faltado más conversación y menos crispación. 

- ¿Ha faltado contar con el colectivo?

- Bueno, tienes que tener en cuenta que con el colectivo nunca ha contado nadie. Entonces, que se empiece a contar ya es algo positivo.

- Desde un plano más personal, ¿cómo ha vivido el ser una persona trans en Granada? ¿Ha tenido que enfrentarse al rechazo?

-Pues sí, he tenido pequeñas agresiones y pequeñas faltas de respeto. En España y en Andalucía somos líderes en derechos LGTBI, pero todavía queda mucho por hacer. No quita que siga habiendo agresiones. Yo hice la transición en el instituto en el que sigo trabajando y, con mis alumnos, muy bien. Eso sí, me ha costado explicarlo muchísimas veces. El problema es la carga de ansiedad que eso atrae. Entonces, subidones de ansiedad y algún que otro momento cercano a la depresión sí que he pasado. Pero, bueno, eso lo llevamos a las espaldas.

- ¿Llevó su transición a cabo hace poco?

- La transición no es que se lleve a cabo de un día para otro, pero sí se puede decir que, oficialmente, fue hace 8 años. Para mí, en mi cabeza, es desde siempre. Me cuesta pensar en esa etapa anterior en la que yo era un hombre y estuve así más de cuarenta años. Ojo, no me avergüenzo de ser quien soy, ni de mi pasado, ni de mi presente, y espero que ni de mi futuro. Pero me cuesta mucho recordar. Me parece que hiciera mil años.

- ¿Cómo se lleva, tanto personalmente como por parte del entorno, esa fase previa a la transición 'oficial'?

- Lo has dicho bien, porque no se decide ser trans. Se decide salir, manifestarlo. Es como cuando estás debajo del agua y te ahogas. Ese momento de agobio, de "no salgo", te produce un instinto primario que te hace salir a respirar. Fue literalmente un ahogo. Un día que me dio una crisis de ansiedad y dije "hasta aquí hemos llegado". No es una decisión racional. La persona trans no hace una lista de pros y de contras y decide. Simplemente, lo eres y punto. La identidad de género es una cosa que sucede desde que tienes uso de razón. Yo sé lo que soy desde que tengo memoria. No me atrevía a decir "soy una niña", pero sí tenía claro que no era un niño.  El 100% de las personas trans que yo he conocido lo saben desde siempre. Al menos, sabes lo que no eres.

Sandra Rodríguez, concejal de Granada Sandra Rodríguez, concejal de Granada

Sandra Rodríguez, concejal de Granada / Jesús Jiménez (Photographerssports)

 

- ¿Cree que Granada ha avanzado este sentido de aceptación y asimilación de la cuestión LGTBI? ¿Podríamos decir que hoy día granada es una ciudad Lgtbifriendly?

- Sí. Rotundamente sí.

- ¿Lo era?

- Depende a qué época nos vayamos. Yo tengo ya 50 años, echas la vista atrás hace 30 y era muy diferente. Recuerdo en mi época de universitaria, cuando yo vivía como un chico, a mis amigos decir "vámonos a Las Coplas a reírnos de las transformistas". Las Coplas era un local de transformistas.  Hoy la tortilla ha dado la vuelta. Y hay mayor aceptación. Granada ha cambiado como de la noche al día. Recuerdo que yo tenía una doble vida, de cogerle la ropa a mi madre y cosas por el estilo, e intentaba buscar un sitio para esa otra parte de mi vida. ¿A dónde podía ir yo? Hoy día existe una cierta normalización.

- ¿Qué le diría a aquellas personas que le estén leyendo, que se sientan identificadas con usted o con su lucha y lo estén pasando mal porque no son quien realmente quieren ser?

- Que hablen. Que nos llamen. Hay teléfonos, hay asociaciones, hay personal, desde hace unas semanas hay una concejala trans en el Ayuntamiento de Granada a la cual se puede buscar. Cuando una persona se siente diferente y sufre por ello, porque no se acepta, la cosa no acaban bien. Conocer a personas que son como tú, que sienten como tú y dejar de sentirse como un bicho raro es maravilloso. 

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