La fábrica de Granada de General Dynamics Santa Bárbara Sistemas (GD SBS) ha obtenido recientemente la calificación para la fabricación de las cabezas de guerra y los motores cohete que integran el misil modelo Spike tras superar con éxito las pruebas de calidad correspondientes. Con estos ensayos culmina un proceso de fabricación que ha durado más de tres meses y durante el que la empresa de defensa ha ejecutado un complejo plan de mediciones que incluye experimentos mecánicos, térmicos y climáticos.

A estas pruebas finales asistieron, por parte de las Fuerzas Armadas, el Jefe y el Director Técnico del Programa Spike, el coronel Amancio Alonso Álvarez y el comandante Luis del Nido, respectivamente. Por parte de la empresa asistió el responsable de desarrollo del programa Spike en España, Gaby Meyohuas, así como el equipo técnico encargado de verificar los resultados obtenidos en las diferentes pruebas realizadas.

Entre los años 2006 y 2007, el Ministerio de Defensa español y Santa Bárbara Sistemas firmaron, respectivamente, sendos contratos para suministrar 200 misiles Spike ER y 44 lanzadores para equipar a los helicópteros Tigre, además de 2.600 Spike LR portátiles contra carro de cuarta generación, junto con 260 puestos de tiro y el apoyo logístico integrado. El montante total de los dos contratos formalizados entre la empresa y el Ministerio de Defensa asciende a 372 millones de euros, lo que asegura un importante retorno a la industria española.

La firma por parte de Santa Bárbara Sistemas como adjudicataria principal de ambos contratos ha supuesto para la empresa acometer importantes y significativas inversiones en infraestructuras y tecnología para afrontar desde las tareas de fabricación de elementos metálicos hasta la integración final y las pruebas del sistema, pasando por el montaje y ensayo de los subproductos principales del misil.

El Spike es un sistema de misiles, desarrollado por la empresa Rafael, basado en el concepto 'dispara y olvida' que cuenta con tecnología óptico-electrónica y un rango de alcance máximo de 8 kilómetros, lo que le permite variar su trayectoria y cambiar de objetivo en pleno vuelo una vez lanzado.