El temor a nuevos terremotos ha llevado a varios vecinos de Santa Fe a pasar a una segunda noche fuera de sus viviendas. Así lo indicó el alcalde de la localidad, Manuel Gil, que señaló que en la explanada del antiguo recinto ferial anoche se contabilizaron una treintena de vehículos. El número es muy inferior al registrado en la noche del martes al miércoles, cuando tres terremotos muy seguidos en el tiempo alertaron a Granada y su Cinturón, y en esta explanada hubo hasta un centenar de coches donde pernoctaron decenas de personas.

El regidor afirmó que el Ayuntamiento ha puesto a disposición de los vecinos que no quieran estar en sus domicilios instalaciones municipales, aunque también subrayó que "hay que empezar a reconducir" la situación e instó a los vecinos a regresar a sus casas. En este punto, Gil recordó la situación excepcional epidemiológica que vive la provincia. "Hay que tener en cuenta que también es posible que se hayan relajado algunas medidas" sanitarias para contener los contagios. De hecho entre el martes y el miércoles centenares de personas no acataron el toque de queda y salieron a la calle, una circunstancia que el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, reconoció que es "condición humana" y comprensible. Sin embargo, dos días después de los terremotos del 26 de enero "se va a empezar a hablar" con quienes optan por dormir fuera de su domicilio para que regresen a sus domicilios.

Por otro lado, un centenar de personas ya han sido atendidas desde el lunes en la oficina de atención a los damnificados. Los técnicos municipales y de Diputación han descartado en un principio daños estructurales, aunque se mantiene la vigilancia, sobre todo de los interiores. Los daños de los que se tiene conocimiento por ahora están relacionados con caídas de elementos decorativos de fachadas y grietas, fundamentalmente.

La oficina, que atiende mediante cita previa (que se puede conseguir en la web del Ayuntamiento de Santa Fe), ha ampliado el horario desde las 8:30 a las 14:30 horas. Además, se ha acortado los tiempos de atención de 20 a 15 minutos y se ha reforzado la plantilla con un trabajador más.

Sobre el terreno trabajan cuatro equipos, técnicos municipales y de Diputación, de la Curia, peritos del consorcio de compensación, para evaluar los daños. Por ahora no se ha realizado una estimación final sobre los mismos, especifica el alcalde.

En cuanto a los centros educativos, en Santa Fe, donde el día después de los terremotos del 26 no hubo clase, ya se ha recuperado la normalidad. Son, según la estimación de Gil, unos 3.000 los alumnos matriculados entre todas las etapas educativas, desde Infantil a Bachillerato.

En cuanto a Atarfe, su alcalde, Pedro Martínez, manifestó en la Ser que se han tramitado unos 180 expedientes de personas damnificadas al consorcio de compensación de seguros de las 300 citas atendidas hasta ahora en la oficina municipal. También destacó que se procedió a derribar de forma controlada un muro en el CEIP Jiménez Rueda que resultó afectado por los seísmos.