Granada

Santiago de Compostela se fija en la Alhambra

  • La Xunta adopta la medida ante el deterioro del patrimonio de la ciudad compostelana

Las restricciones de visitas impulsadas por la Alhambra han sido copiadas por la Xunta de Galicia para preservar el conjunto monumental de Santiago de Compostela de cara a celebrar en 2010 el próximo año Xacobe, en el que se prevé que más de diez millones de personas se acerquen a la ciudad compostelana.

La Xunta justificó esta limitación por el daño al patrimonio que suponen las visitas masificadas. En todo caso, garantizó que no supondrá un perjuicio para el turismo, tal y como aseguró que se ha demostrado en iniciativas similares llevadas a cabo en casos como el conjunto monumental nazarí.

Así, la consejera de Cultura, Ánxela Bugallo, apuntó que para evitar el deterioro del patrimonio arquitectónico y cultural que acoge la Catedral de Santiago se puede decidir "limitar" el "tiempo de la permanencia". "No aglutinar todos los turistas en dos horas", precisó el director general de Patrimonio Cultural, Felipe Arias, quien también abogó por "diversificar estas visitas".

"El turismo muy masificado y saturado mata el producto (turístico) y daña al patrimonio", esgrimió el director general de Turismo, quien garantizó que esta restricción de visitantes no supondrá un "declive" en el número de turistas que se acerquen a la Catedral. Así, puso como ejemplo el caso de la Alhambra, cuya limitación no ha supuesto una caída de visitantes e ingresos, sino todo lo contrario.

Esta será una de las principales actuaciones del Plan Director que elabora la Dirección General de Patrimonio y la Catedral de Santiago y que se prevé que esté listo a finales de 2008 con vistas a la cuenta atrás del Año Santo. Las líneas estratégicas del documento, direigias a conseguir una "proyección internacional" de esta celebración cultural y religiosa fueron avanzadas ayer por los consejeros de Cultura e Innovación, Ánxela Bugallo y Fernando Blanco, respectivamente, acompañados el director general de Turismo, Rubén Lois, y el de Patrimonio Cultural, Felipe Arias.

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